I
Amar y morir Amando…

Es mi fin

Mas no el tuyo

Pues el destino ha forjado

En ti ¡acerado orgullo!

 

II

Si por eso te empeñas

En seguir tu propia senda

Déjame seguir la mía y

Que el sangrar de mis pies

¡Se lo beba la tierra!

 

III

La tierra sedienta y pura

Sin ninguna rebeldía

La tierra que cuando piso

¡Me Ama mas todavía!

 

IV

Esa tierra que yo piso

Esa a la cual yo beso

Esa en la que me apoyo

¡Esa a la cual yo quiero!

 

V

Mi senda no está marcada

Por raro que te parezca

Mi senda me la hago solo

¡En esta o aquella tierra!

 

VI

Las piedras de esa senda

No están para yo caerme

Sino para superarme y

¡Seguir la buena huella!

 

VII

La senda bella fue hecha

Por otro antes que yo y

Por eso yo prefiero

¡Construir mi propia senda!

 

VIII

Aquella que es estrecha

Aquella que tiene piedras

La cual, con sangre o sin ella

Es, al fin, mi propia senda

 

IX

Aquella que no podemos

Cambiar cuando mas queremos

Sino después de recorrida

Con vida y experiencia

 

X

Amar y morir Amando…

Es mi fin

Mas no el tuyo

Pues el destino ha forjado

En ti ¡acerado orgullo!

 

XI

Si por eso te empeñas

En seguir tu propia senda

Déjame seguir la mía y

Que el sangrar de mis pies

¡Se lo beba la tierra!

 

 

 

Jesús A Peñaranda Chadid

Caracas, 1/11/1.976

Venezuela

 

 

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