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TRES GRANDES DIVISIONES Y SUS CARACTERÍSTICAS

 

 

Guru Nanak dice que la Creación está dividida en tres grandes divisiones principales.

 

“La primera es la “Región de la Verdad y del Espíritu Puro”,

sin mezcla de materia”

Ramkali M.5

 

Aquí el espíritu es supremo y hay una ausencia total de materia. Esta es la región donde el Señor mismo mora, y se le puede definir como la Región Espiritual Pura. Está libre de la amenaza de la muerte y la destrucción; quien llegue a sus dominios obtiene la verdadera salvación. El Maestro dice:

 

“Una vez hayas llegado a la región del Sin Nombre, has alcanzado la

morada de la Alegría y la Paz imperecederas”

Sorath M.1

 

La Segunda Gran División se compone de Espíritu Puro y una forma sutil de materia combinados en diferentes proporciones. Su parte superior se llama Par Brahmand, en donde el espíritu es más, en comparación con las formas sutiles de materia. En partes inferiores llamadas Dasam Dwar, ambos están en partes iguales. Este es la región de la mente universal y los distintos Maestros le dan nombres diversos. Aquí el espíritu está mezclado con materia en su forma más sutil, estando ésta última totalmente subordinada al espíritu. El espíritu predomina en esta región y es preeminentemente la fuerza que gobierna en forma sublime. Esta región sufre un cambio cuando sobreviene la destrucción del Universo en la llamada Gran disolución (Maha Pralaya) y en la Disolución (Pralaya). Un ser está más seguro en este dominio que en el que está más abajo.

 

La tercera región es la Gran División de espíritu y materia en su forma más burda y se le llama “AND”. Abarca los planos Trikuti y Sahansrar. Es la esfera de Maya o materia. En esta región predomina la materia y el espíritu está subordinado a ella, en tal forma que el último siente que depende de la primera para su manifestación. En esta región, el espíritu, debido a su asociación con la materia, pasa por indecibles desgracias y está sujeto a la ley de la transmigración. A estas dos divisiones se les denomina Kaal y Maha Kaal.

 

Al ir hacia arriba, después de elevarnos por encima de la conciencia corporal, nos encontramos primero rodeados por todas partes de materia en And (la tercera gran división). Después tenemos que elevarnos hasta Brahmand, la región de la Mente Universal. Ahí nos sentimos mucho mejor, pero aún no somos inmunes a los peligros de la destrucción. La primera región o refugio de salvación es Sach Khand o reino de la Verdad, que está más allá del alcance de Maha Kaal o la gran disolución. Este es un resumen, un bosquejo del macrocosmos, el Gran Mundo Universo.

 

Estas tres divisiones también existen en el ser humano en escala miniatura. Si desean saber algo del macrocosmos, deben tener conocimiento del microcosmos.

 

Guru Nanak nos dice:

 

“En el cuerpo mismo está todo: la región espiritual, los altiplanos espirituales y los planos materiales. En el cuerpo mora el Señor Supremo que lo sustenta todo En el cuerpo mora el Sin Forma, el Inconcebible el que está fuera de la percepción humana.

Aquellos que solo tienen ojos materiales lo buscan en vano en cosas externas.

En el cuerpo están las joyas inapreciables de la Divinidad.

En el cuerpo están todos los reinos y los planos materiales.

En el cuerpo está el tesoro sagrado del Naam, sólo accesible por medio de la

meditación en el Verbo del Maestro.

En el cuerpo están todos los dioses:

Brahma, Vishnú y Shiva, y toda la creación misma”

Rag Suhi M.3

 

Otros Santos también han dicho lo mismo:

“Brahmand (Dios) está en miniatura en el ser humano

 y quien lo busque lo encontrará.

¡Oh, Pipa!, la Verdad Suprema se puede realizar únicamente

a través de un Maestro”

Dhanasri Pipa

 

 

Esta misma verdad la proclaman los Santos musulmanes quienes declaran:

 

“El macrocosmos está en el microcosmos y por eso llegas a Dios”

 

En el cuerpo humano encontramos las tres divisiones ya mencionadas, en miniatura.

 

 

 

EL SER HUMANO ES UN COMPENDIO DE LAS TRES

GRANDES DIVISIONES DE LA CREACIÓN

 

 

1) El espíritu o alma, representa la región de la división espiritual.

2) La mente o plano mental, se reƒiere a la región de la mente universal.

3) El cuerpo físico o los planos materiales constan de tres cuerpos:

     el causal, el astral y el burdo o físico.

 

El cuerpo burdo es la cubierta carnal que tenemos. Se compone de materia densa y órganos densos, de acción y sentidos: ojos, oídos, nariz, lengua, piel y órganos secretorios y de reproducción. Este cuerpo se desecha en el momento de la muerte física.

El cuerpo astral se compone de materia sutil y órganos sutiles y está activo cuando soñamos durmiendo. El está ubicado en la mente.

 

El cuerpo causal es el origen de los otros dos cuerpos y su actividad está confinada al estado de sueño profundo. Estos dos últimos cuerpos, junto con la mente continúan existiendo después de la muerte y crean una nueva forma o estructura física en cada nacimiento.

 

Así pues, el macrocosmos existe en el microcosmos del cuerpo humano, el conocimiento de este último sirve de medio para comprender al primero. Si uno lograra alcanzar la región del espíritu dentro de sí mismo, quitándose estas cubiertas, podría eliminar todos los dolores y desgracias y disfrutar de incesante bienaventuranza e indecible paz. Una vida de materia está llena de infortunio, y no puede uno evadirla hasta ser capaz de desapegarse de ella.

 

Lo que se requiere es entonces llegar a la Región del Espíritu, porque esto puede conducir a la morada de alegría Perpetua y Suprema Felicidad, aún mientras se vive en este cuerpo físico. Solamente remontando la corriente del Sagrado Naam (la Eterna Música en el ser humano), es como se logra alcanzar este estado, con la ayuda del Verdadero Maestro. El Sagrado Naam, el Verbo, desciende desde los más elevados planos, la Región de la Verdad, hasta penetrar en los planos materiales. Es la cuerda salvadora que puede llevar a las almas hasta el plano que está fuera del alcance de la disolución. Todos los demás medios no llegan hasta la meta.

 

El Reino de Dios está dentro de ustedes y ahí lo pueden buscar. Dentro de su cuerpo finito es donde pueden establecer comunión con el Verbo; y esto, por último los lleva a la Región de la Verdad Infinita, a Sach Khand.

 

 

 

POSIBILIDAD DE COMUNIÓN CON LAS REGIONES DEL

MACROCOSMOS CON LAS REGIONES DEL MACROCOSMOS.

 

 

Ahora veremos si hay posibilidad de una comunión entre el microcosmos y el macrocosmos. El ser humano es un compendio del macrocosmos, hay en el centros nerviosos que están en estado latente y que pueden ser avivados con la práctica del Divino Verbo (el Principio del Sonido).

 

Hay seis reflejos en el cuerpo físico o Pind, que corresponden a los seis centros que hay en el Cosmos o Brahmand; éstos a su vez, son reflejos de los que hay en Par-Brahm, o la región puramente espiritual.

 

Los seis centros inferiores son los ganglios que se localizan en el recto, en el órgano reproductor, en el ombligo, en el corazón, en la garganta y en el sexto entre las cejas, al que se llama Til o Ajna (ver estrofa XXl del Jap Ji) y es el asiento del alma en el ser humano. Desde aquí desciende la corriente del espíritu al cuerpo, dando vida y fortaleza a la estructura física y a sus respectivos miembros. Esta corriente del espíritu juega un importante papel en la alimentación del cuerpo, y si deja de fluir en alguna parte, este pierde toda vitalidad e inmediatamente deja de funcionar.

 

Los seis centros del Brahmand y de las regiones espirituales se encuentran también dentro de nosotros.

 

Cuando a la corriente del espíritu se le hace funcionar en estos centros, se puede establecer contacto con los planos correspondientes.

 

 

 

ES NECESARIO CONCENTRAR LA CORRIENTE DEL ESPÍRITU

ANTES DE QUE ESTE PUEDA ASCENDER A

LOS PLANOS ESPIRITUALES MÁS ELEVADOS.

 

 

Estos centros corresponden a los del macrocosmos en el Brahmand y en las regiones espirituales. La corriente del espíritu le permite a uno atisbar en esas grandes divisiones. Por tanto, es sumamente necesario desarrollar los poderes elementales del espíritu. Es la concentración de esta corriente del espíritu la que tiene el papel más importante en lo que se vaya a lograr, ya que si se aplica al cuerpo físico, se obtiene fuerza; si se aloja en el intelecto, se desarrollan grandes poderes mentales. De la misma manera, si el espíritu es el objeto de la concentración, el resultado es inevitablemente la vida espiritual y se logra la bienaventuranza suprema. Existe un nervio invisible que se llama Sushum Nari o Shah-rug, a través del cual la corriente del espíritu pasa desde la región más baja a la mas elevada de la Verdad.

 

Es entonces, la concentración del espíritu, el proceso inicial para que el espíritu pueda avanzar hacia las regiones más elevadas. Mientras todas las facultades que van a lo externo no estén centradas o enfocadas internamente, el espíritu no recibe la fuerza suficiente para ascender. Hay diez facultades que van hacia fuera, o Indriyas: Cinco son las burdas - ojos, oídos, nariz, lengua y piel -, a través de las cuales las otras cinco (las Indriyas sutiles) de visión audición olfato, gusto y tacto, mantienen al ser humano apegado al mundo externo. Por tanto resulta que es el constante pensamiento en estas facultades lo que hace que el ser humano se exteriorice.

 

Nosotros pensamos constantemente en el mundo a través de tres fuentes principales. Primero, tenemos los ojos que visualizan los fenómenos externos y los fijan en la mirada mental. A través de los ojos recogemos no menos del 83 por ciento de nuestras impresiones del exterior.

 

La segunda fuente es la de los oídos, que lleva nuestra atención hacia los sonidos de afuera y nos recuerdan las cosas del mundo objetivo. A través de los oídos recibimos el 14 por ciento de nuestras impresiones externas.

 

La tercer fuente es la de la lengua (paladar), la cual, por medio del gusto del habla, mantiene siempre fresco el recuerdo del mundo exterior. El 3 por ciento restante de las impresiones externas se recibe por medio de la lengua y demás órganos de los sentidos. A través de estas tres facultades principales el ser humano permanece constantemente en contacto con el mundo externo y está siempre ocupado, ya sea recibiendo impresiones de fuera o imprimiendo en otros individuos sus propios pensamientos. De esta forma la energía de la mente se va consumiendo dejándonos en bancarrota.

 

El Maestro dice que no agotemos nuestra energía. Debemos acumular y preservar nuestra energía para poder rasgar y separar las diversas cubiertas de materia que tienen encerrado al verdadero Ser en nuestro interior, el alma que somos.

 

El espíritu o alma que está apegado al mundo objetivo exterior a causa de las impresiones objetivas.

 

A menos que se controlen las facultades que se exteriorizan y que se libere al espíritu del cautiverio de esta vida, no puede aquel elevarse por encima de la conciencia del cuerpo. Las tres facultades de habla o gusto, visión y audición, ocasionan un constante derrame de energía a través de sus respectivos órganos sensorios. Para la despersonalización del alma es necesario canalizar nuestra energía hacia adentro y hacia arriba, mediante el proceso de inversión y autoanálisis. El Maestro explica el proceso en estas palabras:

 

“Con los órganos bajo restricción constante es como se escucha el Anhad

(Sonido) ¡Oh, Nanak!, en estado de trance profundo no se sabe

si anochece o amanece”

 

Boo Alí Qalandar, un Santo Mahometano, habla así de este proceso:

 

“Cierra tus ojos, oídos y lengua, y si con todo esto no se te revela el secreto,

puedes mofarte de mí abiertamente”.

 

Kabir también describe lo mismo en su propio inimitable estilo:

 

“El Guru me ha mostrado los canales por los que la substancia mental

ƒluye hacia fuera. Al retener las facultades salientes,

 escucho las melodías del Canto Eterno”.

“Fija tu alma en la remembranza del Señor y contén tu lengua. Cierra

todas las puertas exteriores y asómate dentro de ti.”

 

Guru Arjan Dev Ji Maharaj dice:

 

“Quien mantenga bajo control sus diez sentidos verá la Luz de Dios

alborear dentro de sí”

Gauri Sukhmani M.5

 

Estos órganos de lengua, ojos, oídos, etc., están activos en la forma física mientras uno está despierto e igualmente actúan en el plano astral cuando se está soñando. Las facultades de estos órganos aumentan y se hacen poderosos cuando se restringe su flujo hacia el exterior y es entonces cuando se adquiere la fuerza para penetrar en el mundo subjetivo, pues sin el vivificante impulso de vida del alma, estas facultades están latentes.

 

 

 

USO DE LAS TRES RESTRICCIONES Y SU PROCESO

 

 

Las tres restricciones tienen que ejercerse adiestrando a las facultades para que trabajen en lo interno.

 

La primera restricción, la del habla, consiste en hacer Simran o la repetición constante del nombre del Señor con la lengua del pensamiento. No se necesita la meditación de labios o lengua. Ya se ha tratado del uso y efectos del Simran en páginas precedentes.

 

La segunda restricción se refiere a la facultad de las vistas espirituales internas, que se nos presentan con todo su esplendor.

 

Si ustedes practican la concentración o Tratak en algún punto negro externo frente a ustedes, con los ojos fijos en él, la propia luz interna de ustedes se proyecta hacia fuera. Por consiguiente, cuando fijan su mirada interna justo en el punto central, entre y detrás de las cejas (el asiento del alma en el ser humano), ven internamente su propia luz. Esa luz es suya y ya está ahí, sólo tienen que fijar en ella su mirada interna. Donde está el Verbo (el Sagrado Naam) hay Luz; donde hay Sonido, hay resplandor, porque los dos son inseparables. Los modelos de Luz son de cinco clases que corresponden a los cinco tipos diferentes de sonidos, los cuales se ven y se oyen a medida que el espíritu va ascendiendo a los cinco planos diferentes. La Escritura Mundaka Upanishad se refiere a éstos como a los “cinco fuegos dentro de la cabeza”.

 

Algunas Escrituras prescriben la fijación de la mirada interna en la forma facial del Maestro, para hacer que la mente se estabilice; pero ustedes no tienen que meditar en el rostro de carne y hueso del Maestro, sino en el resplandor que sale de El.

 

La cara, especialmente los ojos y la frente es el sitio donde se desarrolla toda la actividad del espíritu del Maestro. Por tanto meditar en los ojos del Maestro prepara al alma para la alborada de la Divinidad, al absorber Su naturaleza. Esto es una gran ayuda para el devoto.

 

Al pensar en el Maestro, se eleva en el Maestro Mismo, por que se convierten en lo que piensan.

 

“La forma del Santo brilla en plena refulgencia. Los sabios y los videntes

viven en el eterno Uno y son dignos de que se medite en ello”

 

La forma del Maestro es el acceso más próximo a la Divinidad, porque El es le Hijo de Dios. Quien no conoce al Hijo, no conoce al Padre. Por eso se dice:

 

“Medita en la forma del Maestro. Toma Sus palabras como verdad evangélica. Que las pisadas del Maestro resuenen en lo más recóndito de tu

corazón. El Maestro es el Inƒinito, inclínate ante El”

Gond M.5

 

“Piensa en los Pies del Maestro con todo tu corazón; por tu constante remembranza en El, cruzaras el océano de materia engañosa”

Gond M.5

 

Además:

 

“Recuerden dentro de sí al Verdadero Maestro y con la lengua del pensamiento repitan la Palabra que el Maestro les ha dado. Con los ojos visualice la forma del Verdadero Maestro, y con los oídos escuchen el Sagrado Naam, el Canto Eterno. Quien está saturado por dentro y por fuera del Maestro Verdadero, el Verbo personificado, gana un asiento de honor en Su presencia”.

 

Nanak dice:

 

“El Señor conƒiere este estado a aquel en quien derrama Su Gracia

pero pocos son los escogidos que reciben este don”

Gujri War M.5

 

Aquí tenemos que estar en guardia. Si, pese a todo, el Maestro en cuya forma meditan no es realmente espiritual, llegarán a ser como lo que él es, estén seguros de la perfección del Maestro. Pero ustedes no pueden diferenciar a la persona correcta de la errónea. Por esto, es más seguro que fijen su mirada interna en la Luz que un Maestro capacitado les dará al momento de la iniciación. El Maestro Verdadero gradualmente aparecerá internamente en Su propia Forma Radiante, después de alguna práctica, cuya identidad pueden siempre verificar con la repetición de las palabras cargadas que el Maestro les da.

Únicamente un Maestro competente puede aparecer internamente en la meditación después de alguna práctica. Esto los salvará de cualquier decepción o tentación.

 

La tercera restricción se relaciona con la facultad de la audición. Esta tiene que sintonizarse con la Eterna Melodía que está reverberando en y en todos y a través de todos. El Sonido es la esencia del Señor. El Maestro dice:

 

“¡Oh!, oídos míos, de prisa de prisa; escuchen la Verdad por la que se apegaron al cuerpo; y escuchen la Música Eterna, el Verdadero Bani”.

Ramkali M.3

 

Esto no significa que tengamos que abandonar el uso de estos órganos de relación con el mundo externo, pero tienen que entrenarse de tal forma que lleguen a convertirse en positivos auxiliares para el desarrollo espiritual, proporcionando así doble beneficio. El propósito de este entrenamiento es hacer que la mente se centre y evitar que su substancia fluya innecesariamente hacia fuera. El primer proceso, Simran, forma la base de la práctica espiritual y tiene que continuarse hasta el segundo y tercero, Dhyan y Bhajan, siguen por sí solos, uno tras otro.

 

“Retén la substancia mental para evitar que se escape por las nueve

puertas del cuerpo; esto te dará acceso a la décima puerta que conduce al

Verdadero Hogar de tu Padre. Ahí esta resonando día y noche la Música

Interminable; Mediante las instrucciones de un Hombre-Dios, (Gurmat),

esta Música se hace internamente audible”

Majh M.3

 

Wajhan Sahib dice:

 

“¿Porqué dices que el esposo está ausente? Si puedes verlo al cerrar las diez

puertas; entonces escucharás la Música Eterna sonar en tus oídos.

Serás transformado en siervo del rey. En el cuerpo hay melodías de todas

clases, y de modo encantador sale a ƒlote el dulce Canto.

¡Oh, Wajhan!, que gran ventura la de aquél que escucha este Canto”

 

Estas tres restricciones ayudan en sumo grado a la concentración. La primera, el Simran de las palabras cargadas que da el Maestro, regresa a la mente del exterior y retira al espíritu hasta el asiento del alma en el cuerpo. Esta es la primera inmersión desde la circunferencia de nuestro ser hasta el centro de nuestro ser. Esto también nos sigue recordando el ideal más alto que tiene el ser humano ante sí, que es el conocimiento del propio ser y el conocimiento de Dios.

 

El segundo proceso, “Dhyan”, también ayuda a la concentración y sujeta al alma internamente. El último proceso llamado Bhajan o acto de escuchar la música espiritual dentro del ser humano, lleva al alma al Más Allá, a la fuente de donde emana la Corriente de Vida o el Principio del Sonido del Sagrado Naam o Canto Eterno. Al igual que en una noche muy obscura, cuando no se ve absolutamente nada, ni se sabe lo que hay al frente, el ladrido de un perro en la distancia, o el lejano destello de una luz de vela, nos ayudan a proseguir en el camino, así la Melodía Espiritual y la Luz Refulgente, ayudan en el Sendero al alma novicia en su solitario ascenso al Verdadero Hogar del Padre.

 

El largo proceso comienza con la concentración en el asiento del alma en el cuerpo, situado exactamente entre y detrás de las dos cejas, donde el Simran mental se hace con entera sinceridad. Esto permite el retiro de la corriente del espíritu, actualmente difundida en el cuerpo, y la concentra en el asiento del alma, con el resultado de que las limitaciones de la materia densa del cuerpo y del mundo externo quedan eliminadas. Una vez desencadenado el espíritu y liberado de la existencia finita, tiene ahora ingreso al Tercer Ojo, Tisra Til, Til, o Mukta Sweda, y desde ahí prosigue hacia delante con la ayuda de un Hombre-Dios (Maestro Perfecto), a los planos internos más elevados.

 

Después de pasar confiadamente a través de los planos astrales, llega uno a Dasam Dwar (Daswan Dwar), con Su Sagrada Fuente de Néctar, el verdadero Amritsar, Mansarovar o Preg-Raj en el ser humano.

 

Los musulmanes le llaman Hauz-i-Kausar. Un baño o bautizo en ella libera al espíritu de las cubiertas de los cuerpos astral y causal, y de la materia más fina. Este es el verdadero bautizo en las sagradas aguas de la inmortalidad.

 

El espíritu ahora liberado, está en pleno fulgor con una luz más brillante que de varios soles. Conociendo ahora su verdadera esencia, que no es otra que la del Señor Mismo, sigue adelante con la ayuda del Maestro en Su Forma Radiante hasta que el alma llega a la región espiritual pura: Sach Khand, la Nueva Jerusalén, o Muqam-i-Haq, donde reside Sat Purush, el Sin Forma.

 

De ahí, con ayuda y por la gracia de éste Último, el espíritu va pasando de etapa en etapa hasta el Sin Nombre. Este aspecto del ascenso del alma de los planos materiales a las regiones espíritu-materiales, y de ahí a las regiones puramente espirituales, es el tema de la estrofa XXl del Jap Ji. En ella, el Maestro ha tratado sobre las tres etapas que son las más importantes de las cinco etapas espirituales: Tisra Til (el punto de partida), Daswan Dwar, y Sach Khand. Las cinco regiones también quedan explicadas al final del Jap Ji.

 

Al individuo que tiene acceso a Tisra Til (Tercer Ojo, Ojo Singular) y se baña en el esplendor de la luminosa Forma Astral del Maestro, se le llama Sikh o discípulo del Maestro (un devoto). A medida que progresa en forma ascendente, alcanza Daswan Dwar, la tercera etapa del desarrollo y se convierte en Sadhú (un alma disciplinada). Cuando llega a la región de espíritu puro, se le da el calificativo de Sant o Santo. El que ha alcanzado la región espiritual más elevada del Sin Nombre, el Incognoscible y el Imperceptible se convierte en Param Sant, el Santo de los Santos. Estas expresiones aparecen en el texto de los discursos de los Maestros. Son términos específicos, connotaciones significativas y no tienen ningún sentido para quienes se ocupan en prácticas externas de formas y formularios, o en el cumplimiento de ritos y rituales y observancias de ayunos y vigilias, etc.

 

Guru Nanak fue un Santo del orden más alto, el Param Sant que alcanzó la región del Sin Nombre, como queda evidenciado por Sus propias palabras:

 

“Vuela por encima de la región de la Verdad, del Espíritu Puro, luego

alcanza la etapa del Incognoscible e Imperceptible. Por encima de ésta está

la Morada de los Santos, y el humilde Nanak habita ahí”.

 

 

 

HOMBRE-DIOS

SIN UN HOMBRE-DIOS, EL MISTERIO DEL ALMA

 NUNCA SE REVELA.

 

 

Con todo lo que aquí se ha dicho o puede decirse, el misterio del alma sigue siendo un libro sellado. Ninguna expresión puede revelar la Verdad que está detrás de la Creación. El ascenso del alma a las regiones más elevadas es imposible a menos que alguien la introduzca a esos planos.

 

Naturalmente, uno puede llegar a retira las corrientes del espíritu desde del cuerpo hasta los ojos, por medio del Simran, o ver a veces algo de luz internamente, pero no hay ahí qué lo lleve o qué lo guíe hacia arriba.

 

Muchos se quedaron en esas etapas elementales durante eras y más eras sin recibir ayuda alguna para seguir elevándose. Algunos han llamado a esta etapa el principio y el fin de todo, pero aún siguen en las inmediaciones de la materia más burda, y en el baluarte de la materia más fina. Aquí es donde se necesita alguien capaz de sacar a los devotos de las férreas garras de la materia sutil. Ese alguien debe ser un hombre que haya pasado por las diversas etapas del desarrollo espiritual y que haya hecho peregrinación a la región del Espíritu Puro, Sat Naam, mucho más allá del dominio de la materia. El Maestro dice:

 

“Quien haya conocido a Sat Purush, el Maestro Verdadero. Sólo en Su

compañía puede emanciparse un sikh (devoto). ¡Oh, Nanak!, él verá al

Señor y entonces cantará alabanzas al Todopoderoso”

Gauri Sukhmani M.5

 

 

 

SE EXPLICAN TRES ELEMENTOS ESENCIALES PARA

EL PROGRESO DEL ALMA HACIA EL SEÑOR.

 

 

Existen tres elementos esenciales para que el alma progrese y se una al Señor, que pueden resumirse así:

 

1.- Satguru o Maestro Verdadero

2.- Satsang o congregación de los seguidores presidida por el Maestro.

3.- Sat Naam o Verdadero Verbo.

 

Los Maestros forman una Hermandad Divina en Dios. Son las Joyas de la humanidad, que ha completado su evolución y se ha elevado a la conciencia de Dios. Han logrado la unicidad absoluta con el Ser Divino, y en Ellos se desborda el Sagrado Verbo o Vida Divina. Reencarnan en la forma humana para guiar los destinos de la humanidad infantil hasta la meta de la vida. Forman, por decirlos así, el eslabón entre el ser humano y Dios. Pertenece al orden de “Los Grandes”, quienes tienen a su cargo el deber de velar por la raza humana. Toman bajo su cuidado a los verdaderos buscadores de Dios, para apresurar su realización de unión indisoluble con el UNO.

 

 

 

LAS CUALIDADES DE UN HOMBRE-DIOS

 

 

A un verdadero Maestro no se Le puede conocer de inmediato. El es un Hombre-Dios.

Sólo un Hombre-Dios puede conocer realmente a un Hombre-Dios. Se le puede describir como alguien que está desbordante de espiritualidad muy por encima de la vida de los sentidos. Se ha liberado de las diversas cubiertas de materia más densa y más fina, y ha visto con sus propios ojos al que el Todo Verdad, tanto interna como externamente.

 

El es capaz de descubrir las posibilidades espirituales que están latentes en el ser humano.. Todos están provistos de la misma substancia dentro de sí, somos la substancia de una batería que ya está cargada; pero El es Quien se ha conectado con la Gran Batería Magnética del Señor, y recibe de El mensajes directos.

 

Es el Portavoz del Eterno. Nosotros, cada uno de nosotros, tenemos la misma substancia, pero nuestras baterías están desconectadas. Necesitamos que se nos vuelva a conectar para que podamos también servir de baterías vivas y ser capaces de recibir mensajes del Señor. Necesitamos a alguien así, que El mismo esté conectado y que también pueda conectar nuestras baterías con el Señor.

 

El tiene en Si la Luz Refulgente del Infinito y es capaz de volver a encender nuestras lámparas apagadas.

 

Una lámpara que no esté encendida no está en posibilidad de encender otras lámparas. Todos están espiritualmente ciegos cuando llegan a los Pies del Maestro. El les abre los ojos internos que están latentes y les capacita para ver la Luz de Dios; El les abre sus oídos internos y les hace escuchar la Música Divina del Verbo o Naam.

 

“Sean perfectos así como el Padre que está en el cielo es perfecto” dijo Cristo. Todos están destinados a ser perfectos y al final llegarán al estado de perfección. Lo que ahora somos es el resultado de nuestras acciones de nuestros pensamientos del pasado. Nuestro futuro se está moldeando y se está determinando por lo que pensamos y hacemos ahora, pero esta formación de nuestro futuro no nos impide recibir ayuda de afuera. Un árbol frutal que ordinariamente no recibe cuidados, produce fruto a los cinco o seis años. Pero si se le tratase científicamente con fertilizantes, etc., daría frutos en abundancia dos o tres años antes.

 

De igual manera, la revelación de la vida espiritual se acelera con la ayuda de un Maestro genuino. Esta ayuda tiene valor inmenso. Este tipo de ayuda externa activa las posibilidades internas del alma; despierta en nosotros la vida espiritual y nos conduce finalmente a la más elevada meta.

 

 

 

LAS ESCRITURAS NO PUEDEN DESPERTAR

LA ESPIRITUALIDAD

 

 

Este impulso vivificante no puede emanar de libros sagrados. Así como la luz viene de la luz, así viene la vida de la vida. Un alma debe recibir impulsos de vida a través de las dulces miradas de algún Alma Maestra. El simple conocimiento adquirido de libros, o la capacidad intelectual de cualquier tipo, no logran despertar la espiritualidad. El aprendizaje por medio de libros, ciertamente nutre el intelecto, pero no proporciona alimento al espíritu. Es por eso que todos nosotros podemos hablar de forma maravillosa de asuntos espirituales, pero nuestra forma de vida no revela ni una pizca de lo que decimos.

 

Podemos leer y leer sin descanso y podemos seguir leyendo devotamente durante meses y años, más aún, incesantemente toda nuestra vida; pero

 

“¡Oh, Nanak!, todo esto simplemente alimenta y engorda al ego y

no sirve de nada”.

Asa War M.1

 

A un espíritu viviente se le puede animar solamente con los impulsos de vida de un Alma Maestra. A un hombre así pueden designarle con el nombre que quieran, pero consideren que es una necesidad. Toda religión ha dado testimonio de la necesidad de contar con este tipo de ayuda más elevada.

 

No objetamos la necesidad de recibir ayuda de afuera en todas nuestras actividades objetivas. Generalmente buscamos a alguien que sea un experto en tal o cual asunto. ¿Porqué entonces, tenemos que avergonzarnos de pedir ayuda de alguien en la búsqueda de lo que es puramente subjetivo, el Sendero Espiritual, y de lo que se oculta a nuestra visión objetiva y está totalmente envuelta en misterio?

 

Cuán agradecidos deberíamos sentirnos, si alguien nos condujera a las profundidades internas del mundo subjetivo. Quien se haya elevado a las mayores alturas de la espiritualidad, fuera del alcance de la materia tanto burda como sutil, puede transmitir el poder y conducirnos sin peligro a través del océano de la materia engañosa. Maulana Rumi, un teólogo musulmán, dice:

 

“Si tienes intención de ir en peregrinación (a lo divino), lleva contigo a

alguien que ya haya peregrinado, sin importar que sea hindú

 turco o árabe”

 

El deterioro de todos aspectos es la principal característica de nuestro tiempo. Palabras textuales de las Escrituras sin espíritu o significado que las respalde, se han establecido como el modo de vida de la mayo parte de nosotros. Inmersos en la ignorancia, algunos piensan que lo saben todo y ofrecen llevar sobre sus hombros la carga de otros. Así, con el ciego guiando al ciego, ambos caen en el hoyo. El mundo está lleno de los que se hacen llamar instructores; y estos instructores han impregnado al mundo de ignorancia. Estas criaturas de las tinieblas, que en su engreimiento se creen sabias, pretenden divulgar indecibles tesoros de Divinidad. Son igual que un mendigo que quiere hacer un regalo de un millón de pesos. Así pues, sin la ayuda de alguien que se haya saturado de la Verdad Suprema, no se puede progresar en el camino de la espiritualidad. El Maestro ha dicho:

 

“Raro es, en verdad, el hombre que conoce la Divinidad. Si uno mendiga

de puerta en puerta, maldita será su vida y maldita la orden a la que

pertenece”

Bihagra War M.3

 

El Maestro vuelve a decir:

 

“Nunca te postres a los pies de quien diga ser un preceptor espiritual y

vaya mendigando. Un verdadero Maestro se gana su sustento y lo comparte

con otros.

¡Oh, Nanak!, únicamente Uno así puede conocer el camino hacia el Señor”

Sarang War.1

 

 

 

NECESIDAD DE UN HOMBRE-DIOS

 

 

“Quien desee ver a un rey debe primero buscar la amistad del favorito del rey. Quien esté sufriendo por ver al Señor, que busque a Uno que haya llegado a unificarse con EL”

 

También dice:

 

“Que nadie en el mundo viva en la ilusión; Sin un Hombre-Dios nadie

puede cruzar a la otra orilla”

Gond M5

 

Maulana Rumi dice:

 

“Al que quiera aspirar a la presencia del Señor dile que busque

 la compañía de los Santos”.

 

Los Santos están capacitados para cambiar el curso de nuestras vidas de principio a fin y son los medios que nos conducen a Dios. Reciben revelaciones del Altísimo y todo lo que dicen es la Verdad pura.

 

El Maestro dice:

 

“Escucha el verdadero testimonio de los Santos, porque con plena seguridad

dicen lo que realmente ven con sus propios ojos”

Ramkali M.5

 

No necesitas preocuparte por su apariencia externa; sigue a Sus Pies lleno de devoción. Todos los que aman al Señor (hindúes, cristianos, musulmanes, o cualquier otra denominación), son lo mismo para Ellos.

 

Tienen al Sol y a la Divinidad oculto dentro de Su cuerpo físico y Son la Música del Canto Eterno.

 

El Maestro explica esta misma verdad en la quinta estrofa del Jap Ji. Estos son, pues, los Maestros que hacen manifiesto el Canto Eterno dentro de nosotros y nos lo hacen audible. En ellos están la suma iluminación y la suma perfección; todo lo que es bueno y excelente está en un Maestro así. Es un Hombre- Dios, más aún, un Dios polarizado, un polo desde el cual el Poder de Dios actúa en el mundo.

 

 

 

QUIEN ES EL GURU

 

 

En la terminología de los Santos, el Santo que practica y enseña la ciencia del Verbo, se le llama Guru.

 

La palabra “Guru” es una palabra sánscrita que viene de la raíz “Giri” que significa “sonar o hablar”. La palabra Guru por tanto, se usa para referirse a alguien que practica el Principio del Sonido, que comulga con El, y que lo hace audible dentro del ser humano. Palta Sahib define al Guru como al Ser que trae al Verbo (el Canto Eterno) de las esferas celestiales y nos lo hace audible.

 

Guru Nanak también dice:

 

“El que nuestra el Verdadero Hogar en este cuerpo, el verdadero Guru,

el todopoderoso. Hace que los cinco sonidos del Verbo reverberen en el ser

humano y así marca con sonido continuo la pista que lleva al Verbo”.

Malar War M.1

 

Swami Shiv Dayal Singh Ji define así al Guru:

 

“Guru es quien ama al Verbo. El no adora sino al Verbo. Quien practica el

Verbo es un Guru plenamente capacitado. Solázate en el Polvo de Sus Pies

y humildemente préndete a El” (El Polvo de los Pies del Maestro significa

estar en presencia del Verbo).

 

Kabir también dice:

 

“Todos los Sadhus son grandiosos, cada uno a su manera. Pero el que

comulga con el Verbo es digno de adoración.

Pero un Guru así solo se encuentra por designio divino.

En la plenitud de Tu Gracia, haces que un Hombre-Dios nos encuentre”

Majh M.3

 

Sin la instrucción de un Hombre-Dios no se puede comulgar con el Verbo, y cuando se recibe esta comunión, conduce al alma hasta el Señor, de Quien el Verbo emanó. Entonces quedan plenamente recompensados todos nuestros esfuerzos.

 

“Comunión con el Verbo significa unión con el Señor, y todos los esfuerzos ƒlorecen hasta  fructificar plenamente”

Sri Rag M.3

 

Cuando por una inmensa buena suerte, se encuentren con una persona sagrada de este tipo, préndanse tenazmente a EL con toda la mente y con toda el alma; porque por medio de El, pueden realizar el objetivo de sus vidas, la realización del propio ser y la realización de Dios. No se fijen en su credo o en su color. Aprendan de El la ciencia del Verbo y dedíquense con toda su alma a la práctica del Verbo.

 

El Guru o Maestro es Uno con el Verbo. El Verbo está en El y se personifica en la carne para dar instrucciones a la humanidad.

 

En verdad, el Verbo se hizo carne y habita entre nosotros.

 

En el Evangelio tenemos:

 

“El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”

 

Cuando aprendamos a desechar la envoltura mortal a voluntad y estemos en condición de elevarnos por encima de la conciencia corporal y entrar al mundo astral, aparece el Guru en su Forma Astral Radiante para ayudarnos en los planos internos superiores. El no nos abandona hasta que lleguemos al Todopoderoso. Cristo ah dicho con palabras claras:

 

“Nunca te dejaré ni abandonaré hasta el ƒin del mundo”

En las palabras del Maestro tenemos:

“Bani o Verbo, es el Verdadero Instructor, y el Verdadero Instructor es

el Verbo personificado”

Nat M.4 y Ramkali M.1

 

Además:

 

“La Luz Celestial está en lo interno y de ella procede el Bani o Sonido, y

armoniza al alma con el Señor Verdadero”

Sorath M.1

 

“Ahí, en el pozo invertido, una Luz está ardiendo sin aceites ni mecha,

y de la Luz Refulgente, ƒluyen sinfonías sublimes”

Paltu Sahib

 

Ahora surge la pregunta: ¿Dónde podemos encontrar el Sonido y la Luz? Están muy lejos de la mirada mortal, encerrados bajo cubiertas y más cubiertas de materia. Debemos elevarnos por encima de la fortaleza de materia si es que queremos encontrarlos. Se puede ver y sentir pero con ojos que son diferentes a los ojos mortales de carne. Tenemos pleno respeto y consideración por todas Escrituras Sagradas, porque encontramos en ellas las enseñanzas sobre el Verbo, el Bani. Hablando estrictamente, la tinta, el papel y la impresión, no representan el objeto de nuestra adoración, pero con ellos el Verbo, el maestro la palabra, escribe en abundancia.

 

Similarmente, en el cuerpo físico del Santo, adoramos al Verbo personificado en Su persona y por ello los dos son inseparablemente respetados. Es lo mismo que un ser amado que está sentado en una casa con las puertas cerradas. Queremos inclinarnos ante él, pero ¿cómo? Sabemos con certeza que es al amado a quien queremos saludar y no al barro, la cal y el mortero de la casa que alberga al amado. ¿Ante quién nos inclinamos? ¿Nos inclinamos ante las paredes de barro? No, sino ante el que mora detrás de las paredes de la casa; sin embargo, según la apariencia, tendremos el sentido de dirigirnos a las paredes de barro.

 

El Verbo o Bani es el Verdadero Preceptor para toda la humanidad. El es el único para todos. Fue el Verdadero Preceptor en el pasado y es el mismo Preceptor ahora y será siempre el preceptor para todos los tiempos venideros. No existe un segundo instructor o guru para la humanidad. Aquel que Lo ha encontrado (Verbo o Guru), que se ha vuelto Uno con El (el Verbo en El), está relacionado con nosotros de la misma forma que el ser amado al que antes nos referimos. Es la Forma Radiante y luminosa por sí misma que está dentro del cuerpo físico del hombre, la que es nuestro verdadero Preceptor y es una con el Señor. No es nadie más que el Señor Mismo, ya que El mismo aparece en la forma de un Santo, pues:

 

“Dios verdaderamente aparece en la forma de un Sadhú”

Gauri Sakh M.5

 

Los grandes tesoros del Guru Granth Sahib, al igual que todas las demás escrituras sagradas, entonan himnos al Hombre-Dios que puede unirnos con el Señor y llevarnos cruzando el océano de materia.

 

En este contexto leemos:

 

“Aquel que tiene su asiento más allá de los Cielos, está haciendo sonar la

Canción Eterna. ¡Oh, Nanak!, las escrituras sagradas no pueden penetrar

en la gloria de un Santo”

 

Además:

 

“Sin el Verbo, prevalecen la obscuridad interna; el hombre no Lo puede

tener, ni escapar del ciclo interminable de nacimientos.

Con la llave en las manos de un Hombre-Dios, nadie se atreve a abrir

la puerta. Una buena suerte extraordinaria nos puede traer hacia un Hombre-Dios para redimirnos”

Majh M.3

 

“Al Hombre-Dios y al Señor considéralos como uno

 y no te rebatas en la ignorancia”

Gond M.5

 

“Todos ustedes que ansían llegar a un estado de silencio interno,

llamado Sahaj, Tengan por seguro que sin un Hombre-Dios,

 la entrada está prohibida”

Sri Rag M.3

 

“Quien haya glorificado al Hombre-Dios, conoce al Señor.

Todo dolor es aniquilado, todo dolor al discernir el verdadero Shabd,

 El Verbo

Asa M.3

 

“Al encontrar al Hombre-Dios, la mente deja todas las ramificaciones,

Y logra el acceso al Verdadero Hogar interno”

Asa M.3

 

“Grandioso es el Hombre-Dios, el Sat Purush,

porque da saciedad y satisfacción”

Wadhans War M.4

 

“para probar la preciosa agua ambrosíaca fue que viniste al mundo,

solamente puedes probarla mediante la gracia de un Hombre-Dios”

Sorath M.1

 

“El servicio al Maestro hace audible la Corriente del Sonido.

Y entonces uno llega a conocer la salvación”

Sorath M.3

 

“El Verbo del Maestro manifiesta la Luz divina”

Bilawal M.5

 

“Cuando se sirve al Verdadero Maestro, la Eterna Música se hace audible;

y sólo entonces queda resuelto el misterio”

Sorath M.

 

“El Hombre-Dios enciende la lámpara del Verbo”

Bilawal M.5

 

“Cuando se encuentra al Hombre-Dios, hace su aparición el Señor”

Bhairon Nam Dev

 

“Con el favor de un Hombre-Dios, verán el templo del señor dentro de sí”

Parbhati M.3

 

“Con todas las destrezas a tu mando, no puedes comulgar con el Naam

pues este viene como un regalo del Hombre-Dios”

Malar M.5

 

“Considera al Hombre-Dios y al Señor como uno y el mismo, pues lo que

complace a uno es aceptable para el otro”

Gond M.5

 

“El tesoro del Naam, la corriente Espiritual, está en el templo de Dios

(cuerpo). Los ignorantes no lo reconocen. Mediante el favor del Guru se

realiza y el Señor queda encajado en el centro del corazón”

Parbhati M.3

 

“El profeta dice que Dios ha dicho: -La tierra, el cielo y las regiones más

altas, son todas suƒicientes para acomodarme. Sepan, Oh amados, que todas ellas no me pueden dar cabida-.

Pero por extraño que parezca, Yo moro en

el corazón de un Santo. Si me buscas, búscame en Ellos”.

Maulana Rumi

 

“Por tanto, aprendan a adorar al Satguru”.

 

Guru Amar Das dice:

 

“La adoración al Maestro Verdadero, es adoración al Señor; con una

compasión ilimitada, El nos conecta con el Naam, y los trasporta a través

del océano de la materia engañosa.

Los que adoran lo muerto y las tumbas, se van con lo vano

en todo su trabajo”

Malar M.4