Regresar al  índice

 


CAPÍTULO 12
El adorno de los Santos


Aquel que es humilde y elimina su ego, vive feliz.
Nanak dice: "El orgullo consume a los grandes orgullosos".


Ocurrió cierta vez que un buscador llegó hasta el Guru Arjan Dev pidiendo la Iniciación, a lo cual respondió el Maestro: "Te daré la Iniciación; pero primero tienes que hacer una cosa: He redactado una carta a uno de mis discípulos; has de llevarla y regresar con la respuesta". Aquel amado obedeció al Maestro y llevó la carta al discípulo, quien era muy pobre pero muy devoto del Guru Arjan. El Maestro iba a probarlo y ya le había dicho al buscador lo siguiente: "Entrégale esta carta sólo después de que te haya dado cien rupias; de lo contrario, no debes entregársela".

Cuando el amado aquél llegó a la casa del discípulo del Guru Arjan Dev, le anunció que había traído un mensaje de su Maestro el cual podría recibir únicamente si le daba cien rupias; pero el discípulo no tenía dinero alguno en su hogar. Sin embargo, vendió todas sus pertenencias para reunir las cien rupias. Entregó el dinero y obtuvo el mensaje del Guru Arjan Dev; luego abrió la carta y al leerla descubrió que el Guru Arjan le estaba ordenando enviar 500 rupias para el langar. Antes de leerla le había resultado muy difícil reunir las cien rupias y ahora que había recibido el mensaje no sólo carecía de dinero, sino que ni siquiera tenía pertenencias para vender. Pero dijo: "Está bien, obedeceré al Maestro". El no se disgustó con el Maestro pues tenía mucha devoción y fe en El y dirigiéndose al mensajero, al amado que había ido hasta el Guru Arjan pidiendo la Iniciación, le dijo: "Espérame aquí. Voy a salir a ganarme todo este dinero para traértelo; te pido que me esperes por un tiempo".

Y el amado que había sido enviado por el Guru Arjan Dev esperó el regreso del discípulo. Cuando el discípulo salió en busca de trabajo para ganarse las 500 rupias escuchó un anuncio diciendo que quien peleara contra el luchador Muskinya y lo venciera en combate, obtendría una recompensa de mil rupias y aun si fuera derrotado por Muskinya, de todas maneras recibiría 500 rupias. Muskinya era un luchador muy fuerte y conocido por todos y nadie tenía suficiente valor para enfrentársele porque todos sabían que perderían la vida al intentarlo.

No obstante, el discípulo del Guru Arjan Dev tenía tanta fe y amor por el Maestro y sentía tantos deseos de obtener el dinero para El, que pensó: "No importa que tenga que morir, pero iré a enfrentarme con el luchador Muskinya ya que de todas maneras recibiré 500 rupias para darlas al langar". Así que, sin preocuparse por su vida o por su cuerpo, pensó únicamente en el combate con Muskinya el luchador. Camino a casa del luchador, se detuvo frente a una fuente de agua donde había mucha gente reunida esperando la oportunidad para beber. Como el amado aquél estaba tan entusiasmado y quería luchar con Muskinya lo antes posible para obtener el dinero, le dijo a las demás personas: "Por favor, déjenme tomar agua a mí primero porque voy de prisa". El luchador Muskinya también se encontraba allí presente en torno a la fuente, pero el discípulo del Guru Arjan Dev no lo sabía ya que jamás lo había visto. Muskinya preguntó: "¿Por qué tanta prisa para beber agua? ¿Hacia dónde te diriges?". A lo cual él respondió: "Soy un iniciado del Guru Arjan Dev y El me ha enviado la orden de que debo hacerle llegar cuanto antes 500 rupias para el langar y como no tengo ningún dinero voy a ir hasta el pueblo donde vive Muskinya a luchar contra él. Así sea que me mate, no importa; de todas maneras me enfrentaré con él porque quiero las 500 rupias para dárselas a mi Maestro". Al escuchar esto Muskynia se sintió tan conmovido por la fe y el amor de este discípulo hacia el Guru Arjan Dev, que le dijo entonces: "Pues bien, yo soy Muskinya, el luchador contra quien vas a enfrentarte. Como puedes ver, no eres lo suficientemente fornido para este duelo ya que sólo eres un esqueleto y no podrás derrotarme. Sin embargo, viendo tu fe y devoción me he conmovido tanto que haré creer que me has derrotado y de esa manera podrás ganar las mil rupias de las cuales puedes enviar 500 a tu Maestro y quedarte con las otras 500. La única condición es que, después de mi derrota, o luego que termine el espectáculo, habrás de llevarme hasta tu Maestro porque yo también quiero ver a ese gran Santo por quien estás dispuesto a sacrificar tu vida".

Cuando Muskinya y aquél discípulo del Guru Arjan Dev comenzaron a luchar delante del público, se encontraban allí presentes reyes y reinas. En los primeros asaltos Muskinya iba ganando; pero poco después hizo creer que estaba siendo derrotado por el discípulo del Guru Arjan Dev. Y cuando el público pudo ver que Muskinya había perdido, el amado del Maestro recibió las mil rupias.

Finalizado el espectáculo, Muskinya acompañó al discípulo hasta Amritsar donde vivía el Maestro; en aquel entonces el Guru Arjan Dev estaba escribiendo el presente himno del Sukhmani Sahib. De suerte que cuando El se enteró de Muskinya, de cuánto había ayudado a Su discípulo y de cuánto había borrado su egoísmo y eliminado su orgullo convirtiéndose en una persona de humildad, el Guru Arjan Dev incluyó su nombre en el presente himno. El escribió: "El luchador Muskinya destruyó su egoísmo y por ello merece mucho respeto de mi parte. Pero quienes tienen orgullo de sus tesoros pasarán tiempos difíciles en el vientre de la madre". De manera que quienes se apartan del egoísmo reciben respeto y honores en la corte de Dios, mientras la gente orgullosa que se vanagloria de sus propiedades terrenas, siempre pasará momentos difíciles en el vientre de la madre. A veces ellos tienen que terminar su existencia antes de tiempo y otras veces se ven sometidos a grandes penalidades. Por esta razón el Guru Arjan Dev Ji nos dice: "Quienes eliminan el egoísmo reciben honores y quienes tienen orgullo por las posesiones materiales padecen dolor".


El amado, quien obedeciendo las órdenes del Maestro había llevado la carta, estaba muy conmovido por la fe y la devoción del discípulo del Guru Arjan Dev y obtuvo la Iniciación del Maestro, quien también se la otorgó al luchador Muskinya.

Aquel que lleva en su corazón
el orgullo de su reino
es un perro y va directo al infierno.


Aquí el Guru Arjan Dev Ji se dirige al luchador Muskinya diciendo: "¿Qué pasa con aquellos que están orgullosos de su reino? ¿Qué premio obtienen si se vanaglorian del reino que han recibido de Dios? El dice que ellos caen en el infierno e incluso pueden llegar a convertirse en perros.

Aquel que piensa: 'Yo soy una hermosa persona "

se convierte en una lombriz de tierra.


¿Qué concede Dios a quienes son orgullosos de su belleza, a quienes son orgullosos de su juventud? Ellos se convierten en insectos del suelo.

Aquel que se llama a sí mismo "virtuoso"

recibe nacimientos y muertes una y otra vez,

vagando errante por muchos cuerpos.

¿Qué le ocurre a aquellos que después de hacer buenas obras se vuelven orgullosos de sus obras y a aquellos que creen que son ellos quienes han realizado esas buenas obras? Ellos son puestos a vagar errantes por muchos y diversos cuerpos.

Aquel que es orgulloso de su riqueza y de su tierra,

es un idiota, ciego e ignorante.

Ahora el Guru Arjan nos dice que quienes se sienten orgullosos de su riqueza, que se sienten orgullosos de poseer muchas propiedades, son unos tontos enceguecidos.

El bendice con Su gracia a aquel en cuyo corazón

reside la humildad que El mismo causó.

Nanak dice: "El recibe la liberación aquí mismo

y obtiene la felicidad en el más allá ".

Si alguien posee un reino, lo ha obtenido solamente por gracia de Dios; Dios se lo ha concedido a esa persona. Si alguien posee buena salud, esto también proviene de Dios; Dios se la ha concedido. Si nosotros nos envanecemos de las cosas que Dios nos ha concedido, no encontraremos sitio en este mundo, ni tampoco en el mundo del más allá encontraremos honra o respeto. Quienes reconocen que los reinos, la buena salud y todos los demás tesoros, pertenecen a Dios (ya que El es Quien los concede), quienes recuerdan siempre que lo que poseen proviene de Dios y han desarrollado humildad en su corazón, y quienes mientras viven en el mundo disfrutando de todo lo que nos ha dado Dios recuerdan a Dios y llevan a cabo Su devoción, ellos, dice el Guru Arjan Dev Ji, son liberados mientras viven; porque seres liberados de verdad son quienes recuerdan que todo cuanto poseen es de Dios y están libres de cadenas y apegos a este mundo.

Aun después de lograr a Dios, de convertirse en la forma de Dios y hacerse Uno con Dios, los Santos y Mahatmas siempre se consideran a Sí mismos como inferiores; siempre se llaman a Si mismos servidores del sangat, los barrenderos del sangat, debido a que tienen mucha humildad interna. El Guru Nanak Sahib decía: "El pobre Nanak es el ser insignificante que ha llegado hasta Tu puerta. Tu grandeza consiste en que me unas con Dios". La humildad es el adorno de los Santos.

Hazur Maharaj Ji solía decir que uno debería aproximarse a Dios llevando humildad puesto que El es el Amo y Señor de Todo y no tiene necesidad de mostrar humildad ante nadie. El todo lo tiene excepto humildad. Por esta razón El tiene amor por quienes son humildes de corazón.

Quien quiera que al hacerse rico
se vuelva orgulloso de sus riquezas,
debe tener presente que ni siquiera una brizna de paja
se llevará consigo.


Quienes se vuelven orgullosos de las riquezas que Dios les ha concedido deberían detenerse a pensar en la muerte. Ni siquiera una brizna de paja, ni una aguja se irán con nosotros cuando abandonemos el cuerpo.

El rey Karú había acumulado gran cantidad de riquezas. En esa época todo el dinero que poseía la gente, todo era arrebatado por los oficiales del rey Karú, al punto de que la gente de su reino quedó sin un solo centavo. Se dice que él quiso cerciorarse de que nadie más que él poseía dinero. Entonces envió a sus hombres con un elefante anunciando que cualquiera podía adquirir ese elefante por un centavo. Había un muchacho deseoso de comprar el elefante pero no tenía dinero y pidió a su madre que le regalara un centavo. Ella respondió: "El rey nos ha dejado sin un solo centavo, ¿Cómo puedo darte algo?". Sin embargo el muchacho estaba muy deseoso de comprar el elefante, hasta que al fin su madre le dijo: "Vé y excava en la tumba de tu padre". En aquellos tiempos cuando los Musulmanes morían eran enterrados con una rupia de plata entre la boca, y la madre le dijo al niño que fuera a sacar la moneda de plata de la boca del cadáver de su padre.

De manera que el muchacho fue a la tumba, encontró la rupia y con ella compró el elefante. Cuando Karú se enteró de que alguien tenía una rupia lo hizo comparecer ante él y le preguntó en dónde la había obtenido, pues él creía que ya se había apoderado de todo. Al enterarse el rey de dónde provenía la rupia, ordenó a sus hombres que excavaran las tumbas y extrajeran las monedas de plata de la boca de los cadáveres. El rey no estaba contento con las riquezas que tenía y quería poseer cuanta moneda hubiera sobre la tierra. Y llegó a recolectar 40.000 millones.

En aquella época el Guru Nanak Sahib vivía en el plano terrestre y cuando se enteró sobre el rey Karú, de las dificultades que le estaba creando a la gente y la manera como estaba acumulando riquezas, fue a verlo hasta el palacio. Conociendo el rey Karú la fama que tenía el Guru Nanak vino hasta el Guru a recibir Su darshan y le preguntó si podía realizar algún seva. El Guru Nanak le entregó una aguja diciéndole que la guardara hasta la próxima vida, indicándole además: "Yo personalmente vendré a recibir esta aguja de ti en la próxima vida".

Karú carecía del conocimiento. Ni siquiera sabía que el cuerpo no seguía con él al partir. De manera que sin vacilar aceptó la aguja del Guru Nanak. Sin embargo su esposa, que era una mujer inteligente, le dijo: "Ni siquiera estás seguro de poderte llevar el cuerpo cuando te mueras, por lo tanto ¿Cómo puedes estar tan seguro de que podrás darle esa aguja al Santo en tu próxima vida? Debes reflexionar sobre esta situación, porque lo que yo he visto hasta el presente es que quienes abandonan el cuerpo y se retiran de este mundo, dejan hasta el cuerpo mismo en el mundo y no se llevan absolutamente nada".

El Rey Karú constató la verdad de esa afirmación y le dijo al Guru Nanak que no podía realizar aquel seva, que debería darle uno diferente. El Guru Nanak le preguntó: "¿Por qué no quieres hacer este seva?". Y Karú contestó: "Porque si no me he de llevar ni el cuerpo cuando abandone este mundo, entonces ¿Cómo podré llevarme tu aguja y devolvértela en mi próxima vida?". El Guru Nanak Sahib le preguntó de nuevo: "¿Estás seguro de que nada se irá contigo?". Karú contestó: "Si, estoy plenamente seguro". Entonces, le dijo el Guru: "Ya que estás tan seguro de que nada se irá contigo, ¿Con qué interés has acumulado tantos tesoros y por qué razón estás creándole tantas dificultades a tu gente? Debes compartir todos los tesoros que tienes con tu gente; debes entregarlo todo a los pobres y a los necesitados". Luego Karú repartió todos sus tesoros y le devolvió a la gente todo cuanto había arrebatado a ellos.

Por esta razón el Guru Arjan Dev Ji Maharaj nos dice: "¿Por qué estás orgulloso de la riqueza que has acumulado si no te has de llevar un solo centavo, ni siquiera una aguja, cuando abandones este mundo?". Por esta razón no debemos vanagloriarnos de la riqueza acumulada, ya que hablando en verdad, toda propiedad o riqueza que poseas, te ha sido dada por Dios. Entonces ¿Por qué sentir orgullo de las cosas que nos han sido dadas por Dios?

Aquel que confía en el tamaño de su ejército

y en sus muchos hombres, será derrotado en un instante.

Ahora El dice que un hombre podrá disponer de muchos ejércitos y confiar en ellos para su protección. Pero el Guru Arjan Dev dice que según la experiencia de los Maestros, llega un momento en el que aquel hombre poderoso, dueño de tales ejércitos, quedará reducido a cenizas en un instante al venir el poder negativo y apoderarse de él desde lo interno.

Aquel que se considera a sí mismo
más fuerte que los demás,
quedará convertido en cenizas en un instante.


El que se considera más poderoso que todos, en un solo instante, si está en la voluntad de Dios, se convertirá en un montón de cenizas.

Al orgulloso que no se preocupa por nadie,

Dharam Rai le creará muchos problemas.


Aquellos que son indiferentes con los demás, que piensan: "¿Quién se compara conmigo? Yo puedo aplastar al mundo" a ellos el señor del juicio les crea muchas dificultades, los envía a vivir en diversos cuerpos y los hace sufrir intensamente. Kabir Sahib dice que este cuerpo es como un pedazo de papel; si le cae agua, pierde la vida. Y Kabir dice que sin el Naam y el Maestro, al final nos arrepentiremos.

Aquel que pierde su orgullo por la gracia del Maestro,

es aceptado en la corte de Dios. Así lo dice Nanak.

Ahora el Guru Arjan Dev Ji Maharaj dice que sólo quienes reciben la gracia del Maestro, quienes meditan en el Naam y viven en este mundo sin ser afectados por la suciedad que hay en él, serán aceptados en la corte de Dios.

Los Maestros no nos están diciendo que debemos abandonar hijos e hijas; ni nos mandan a deshacernos de la propiedad o de la riqueza que poseamos; ni siquiera nos piden renunciar a los honores y al respeto que el mundo nos confiere. Pero sí nos dicen: "Todo lo que hayas recibido de Dios, por todo ello, debes estar agradecido; debes considerar que todo lo que has recibido es de Dios y debes mostrarte agradecido con El. Y al reconocer que estas cosas son de Dios, debes emplearlas sin dejar nunca que el egoísmo entre en tu mente".


Hazur Maharaj Ji solía decir que el mundo y las cosas que hay en él no son malas en sí, pero que no debemos considerarlas nuestras.

Aquel que realiza millones de obras religiosas
y se siente orgulloso de ellas,
sólo hace arduos esfuerzos sin producir ningún fruto.

No importa si alguien realiza austeridades o repite versos: no importa si practica el culto y la lectura de las sagradas Escrituras; no importa cuántas obras buenas haya hecho, si después de realizar todo esto se siente orgulloso de lo que ha hecho, al final no obtendrá nada más que impedimentos. El Maestro Sawan Singh Ji solía decir que si uno se enorgullece de realizar muchas obras buenas es como si preparase una buena comida y luego le regase cenizas por encima. Por esta razón El aconsejaba: "Cuando estés haciendo buenas obras con tu mano derecha, debes hacerlo de manera que ni aun tu mano izquierda sepa lo que has hecho". El Guru Nanak dice: "Si uno se siente orgulloso después de hacer una donación cuantiosa, o de haber realizado muchas peregrinajes, o de llevar a cabo muchas buenas obras, desaparecerá todo fruto que hayamos cosechado haciendo estas cosas". Es lo mismo que ocurre a un elefante cuando se baña; primero se lava con agua y luego se embarra con tierra y arena. De la misma manera, si uno se siente orgulloso de las cosas buenas que ha hecho, todo el fruto de sus obras se echa a perder.

Aquél que se vanagloria de sus muchas austeridades,

encarnará en infiernos y cielos una y otra vez.

Si uno se siente orgulloso por la meditación que está haciendo o por las austeridades que ha llevado a cabo ¿Qué le ocurrirá? Que entrará y saldrá continuamente del infierno.

Hay una historia muy famosa en el Rajasthán sobre cuatro Sadhus que llegaron hasta la casa de una anciana y pidieron algo de comer. Hasta hace unos 30 ó 40 años esta tierra no era muy fértil debido a la falta de agua; pero ahora que el gobierno ha instalado un canal, la gente puede sembrar cosas para comer y se ve la prosperidad. Sin embargo, años atrás cuando no había mucha agua disponible la gente no tenía mucho qué comer y era raro encontrar suficiente alimento en algunas casas.

De manera que cuando los cuatro Sadhus llegaron a la de la anciana tenían mucha hambre. La anciana era una buena mujer y los atendió, les preparó de comer y ellos estaban muy contentos y complacidos con ella. Aquellos Sadhus tenían la capacidad de viajar hasta el cielo, así que le dijeron a la mujer: "Siéntate en la cama, cierra los ojos y te llevaremos al Cielo". La anciana se sentó en la cama y cerró los ojos y al cabo de un rato se encontró en el Cielo sentada en su cama; había sido puesta allí por los cuatro Sadhus.

Cuando las almas que ya se hallaban en el cielo vieron a aquella anciana que había sido traída por los cuatro Sadhus, le dijeron: "Debiste haber realizado un karma muy bueno a favor de esos cuatro Sadhus para que te hubieran traído hasta aquí, porque no es cosa frecuente llegar al cielo". Sin embargo, la mujer no estaba agradecida con los Sadhus por haberla llevado hasta allí, sino que, sintiéndose orgullosa de las obras buenas que había hecho, respondió: "Ellos no me han traído hasta aquí por obra de su gracia o compasión. A cada uno de ellos le di cuatro chapatis para que se alimentara y por esta razón me han traído hasta aquí". Cuando sintió orgullo por el acto bondadoso que había realizado, los cuatro Sadhus empezaron a perder la fortaleza que tenían y no podían ya seguir cargando la cama, así que le pidieron a la anciana que cerrara los ojos y cuando los cerró la bajaron del cielo a la tierra.

El significado de la historia es que, si nos volvemos orgullosos de las obras buenas que estamos haciendo, aun cuando lleguemos al Cielo en virtud de nuestras buenas obras, el orgullo y el egoísmo pueden hacernos regresar a la tierra.

Si internamente nos hemos debilitado
por hacer muchos esfuerzos,
¿Cómo habremos de llegar así hasta la corte de Dios?


No importa cuántas prácticas o cuántos esfuerzos hayamos hecho por realizar a Dios, si no estamos empleando nuestro tiempo en la meditación del Shabda Naam nunca podremos llegar a Dios ni realizarlo, no importa cuántas prácticas hagamos.

La bondad ni siquiera se acercará
a aquel que se llama virtuoso a sí mismo.


Ahora el Guru Arjan Dev Ji Maharaj nos habla sobre aquella gente que malgasta su tiempo a lo largo del día y no sólo demostrando que ellos son buenos y veraces, sino criticando y culpando a los demás y tratando de demostrar que los otros son malvados. El Guru Arjan Dev dice que la bondad dista muchos millones de kilómetros de quienes se dedican a criticar a los demás y se esfuerzan por demostrar que sólo ellos tienen la razón. Estos no pueden llamarse buenos, porque toda buena cualidad que posean pasa a la cuenta de aquellos a quienes están criticando y declarando culpables.

Los Maestros tienen tanta humildad internamente que se llaman a Sí mismos pecadores, aún después de haber alcanzado Sach Khand. Farid Sahib dice: "Obscura es mi túnica y obscuros son mis actos. Me hallo dentro de la ilusión y sin embargo la gente me llama el mensajero de Dios".

De aquel cuya mente es el polvo
de los pies de los demás,
Nanak dice: "El obtiene la verdadera gloria y fama".


Aquellos que son humildes en compañía del Maestro, que se someten completamente al Maestro y que reconocen que todo cuanto tienen es el Maestro únicamente ellos obtienen verdadera fama, únicamente ellos son verdaderamente exaltados y sólo ellos son el verdadero bani del Maestro.

Mientras el hombre piense: "Yo puedo hacer esto y aquello"

no disfruta de felicidad.


Mientras se siga pensando que uno mismo es quien obra, estará a millones de kilómetros de distancia de la felicidad. El hombre no puede encontrar la paz acumulando riquezas y adquiriendo reinos y propiedades en el mundo. La paz está en el Naam y se encuentra en la unión con Dios.

Mientras el hombre piense: "Yo soy quien obra"

seguirá vagando en vientres y cuerpos.


Mientras sigamos absortos con la idea de que todo el respeto y el honor los hemos obtenido por nosotros mismos, y que somos los creadores de la riqueza que poseemos, mientras dure la intoxicación del egoísmo o el sentido del yo, seguiremos vagando de un sitio a otro en diferentes cuerpos y en los vientres de distintas madres.

Mientras alguien considere a otra persona
como amigo o enemigo
no tendrá una mente pura ni estable.


Mientras uno considere a unos como enemigos y a otros como amigos, mientras estemos involucrados en dualidades como ésta, jamás se podrá llegar a la pureza o a la santidad. Todas las almas que han venido a este mundo son de Dios; el alma es de la esencia de Dios, los Maestros tienen el mismo respeto y amor por el hombre y la mujer, por el rico y por el pobre y el mismo respeto por todas las castas y credos; porque ellos aman a las almas considerándolas siempre como almas, no como ricos o pobres, de casta baja o de casta alta.


Mientras estemos alejados de Dios, calificamos a la gente como buena o mala. Cuando llegamos a ser uno con Dios dejamos de llamar buenos o malos a los demás, porque vemos que Dios se halla en todas partes y se encuentra en cada ser; por lo tanto, si calificamos a una persona como mala, el calificativo se lo estamos dando a Dios y no a esa persona.

Mientras estemos intoxicados
con los apegos y con maya,
seremos castigados por el señor del juicio.


Mientras sigamos atrapados en maya, y sigamos absortos en los apegos del mundo, ¿Qué nos sucederá? Recibiremos el castigo del señor del juicio.

Por la gracia de Dios se destruyen los apegos;

Nanak dice: "Por la gracia del Maestro se disuelve el egoísmo".

Ahora el Guru Arjan Dev Ji Maharaj nos dice que aquellos a quienes Dios desea perdonar y sobre quienes Dios desea derramar Su gracia, a ellos Dios les da la compañía del Maestro. Y cuando establecemos contacto con el Maestro, El nos concede la Iniciación en el Naam. Al hacer la meditación en el Shabda Naam mientras vivimos en el mundo, podremos liberarnos de los apegos; logramos liberarnos de las garras de maya y del mundo material; así mismo en nuestro interior el egoísmo se desvanece. El velo del egoísmo es la única barrera entre nosotros y Dios; por lo tanto, cuando estamos en la compañía del Maestro y obtenemos de El la Iniciación, practicamos la meditación del Shabda Naam y finalmente se levanta de nosotros el velo del egoísmo, entonces llegamos a ser uno con Dios.

Si un hombre gana miles, corre tras millones,
nunca está satisfecho
y se mantiene corriendo tras de maya.


Si un hombre reúne mil rupias, surge dentro de él el deseo de adquirir cien mil o más y si logra reunir las cien mil rupias, desea tener mucho más.

El goza de muchos placeres nocivos pero no obtiene satisfacción y muere trabajando duramente.

Buscando la paz de su mente, el hombre acumula diversos objetos para gozar de los placeres mundanos; pero no hay paz en los placeres del mundo ni hay satisfacción en los objetos materiales. Y finalmente, después de gozar de los objetos materiales y de los placeres mundanos, el hombre termina su existencia en lo material.

Sin tener satisfacción, nadie puede estar contento.

Como los sueños, todos sus trabajos son inútiles.

En una ocasión llegó un hombre a la corte del rey Bhoj e hizo esta pregunta: "¿Cuál es el pozo en el que, al caer un hombre no puede salir?". El rey Bhoj era muy versado en el lenguaje y en la literatura del Sánscrito; además, tenía en su corte muchas personas eruditas y a todas ellas les hizo la pregunta; pero ninguna respuesta fue satisfactoria. Había en su corte un erudito pundit que había recibido muchos honores del rey Bhoj, debido a sus respuestas y acertado juicio. Así pues, el rey le hizo la pregunta pero le advirtió: "Te concedo una semana de plazo para que me des una respuesta satisfactoria; si no lo haces, devolverás cualquier honor que hayas recibido en esta corte, serás expulsado y nunca más estarás al servicio del rey". Aquel erudito se preocupó muchísimo y fue al bosque en busca de la respuesta; estuvo vagando por el bosque sin poder hallarla, y allí se encontró con un pastor, iniciado de un Maestro Perfecto.

El pastor vio que este erudito de la corte del rey estaba afligido y preocupado y le preguntó: "Pundit Ji ¿Por qué estás afligido? Pareces muy preocupado". Entonces el pundit le contó que estaba buscando la respuesta a una pregunta que había hecho un hombre en la corte del rey.

El pastor dijo: "Quizá pueda ayudarte, pero déjame contarte algo: tengo una piedra filosofal y si te la doy podrás convertir en oro cualquier trozo de hierro; de esta manera podrás convertir en oro todo el hierro de este mundo y llegarás a ser muy rico. Así no necesitarás estar al servicio del rey. Mas, si deseas esta piedra filosofal tendrás que obedecerme, tendrás que hacer cualquier cosa que te diga". El pundit contestó: "Está muy bien, haré cualquier cosa que me digas pero por favor entrégame la piedra filosofal". El pastor respondió: "Muy bien, te daré esta piedra filosofal pero tienes que aceptarme como tu Maestro".

Ahora el pundit pensó: "El es simplemente un pastor y yo un gran pundit; no es conveniente para mí tomar como Maestro a alguien inferior a mí". Entonces respondió: "No, no puedo hacer eso". Pero luego recordó que tenía que obtener la piedra filosofal y aceptó diciendo: "Muy bien". Pensando que más tarde de acuerdo con la religión hindú, podría arrepentirse de tomar a un hombre de baja casta como su Maestro. Así que debido a su codicia aceptó rebajarse a sí mismo para convertirse en discípulo de aquel pastor.


A esto el pastor replicó: "No, tú has debido contestar tan pronto te lo dije; ahora la oportunidad ya pasó. Pero aún así te daré la piedra filosofal si bebes leche de oveja".

Ahora, aquel pundit pensó que beber leche de una oveja no era bueno de acuerdo a la religión hindú. Debido a que él era un gran pundit, él contestó: "No, esto está en contra de mi religión". Ante esto el pastor le dijo: "Está bien, como quieras". Luego el pundit recordó que para obtener la piedra filosofal tenía que hacer cualquier cosa que el pastor le pidiera. Así que dijo: "Sí, estoy dispuesto a beber leche de oveja". Pero el pastor le contestó: "La oportunidad ya pasó. Ahora, si deseas obtener la piedra filosofal tendrás que beber leche de oveja en la misma taza en la cual yo haya bebido". El pastor era de baja casta y el pundit de elevada casta y por esto contestó: "No, yo no puedo hacer eso, sería algo pecaminoso". Pero luego recordó una vez más que tenía que obtener la piedra filosofal a cualquier precio y entonces dijo: "Muy bien, estoy listo". El pastor contestó: "Nuevamente la oportunidad se ha ido; ahora si deseas obtener la piedra filosofal tendrás que beber leche de oveja en mi taza después de que mi perro haya bebido en ella. Si estás dispuesto a beber leche contaminada obtendrás la piedra filosofal".

En ese momento, aquel pundit se sintió muy extrañado y pensó: "¿Qué está haciendo este hombre? Quiere que yo beba leche de su taza después de que su perro haya bebido en ella. No, es demasiado. No puedo hacer eso". Pero al momento recordó que tenía que obtener la piedra filosofal, así que debía hacer cualquier cosa que dijera el pastor. Entonces contestó: "Bueno, estoy listo".

El pastor le replicó: "No, nuevamente ha pasado la oportunidad; pero si aún deseas obtener la piedra filosofal, tienes que beber la leche de mi taza después de que el perro haya bebido, enseguida le echaré basura y luego la pondré en un cráneo humano y de allí deberás beberla".

Como el pundit ya había aprendido la lección y deseaba obtener la piedra filosofal dijo: "Muy bien, cualquier cosa que digas la haré". Así que entonces el pastor hizo los preparativos y cuando todo estuvo dispuesto, le dio a beber la leche al pundit. Sin embargo, cuando estaba a punto de bebería el pastor le dijo: "Espera, escucha lo que te digo. Este es el pozo. El deseo es el pozo del cual el hombre nunca puede salir. Si un hombre cae en el pozo del deseo, nunca puede salir de allí. ¿Ves? Cuánto estás dispuesto a sacrificar sólo para obtener la piedra filosofal, para convertir el hierro en oro, para volverte rico, y todo únicamente para satisfacer este deseo. El deseo es aquel pozo del cual un hombre no puede salir, una vez que ha caído en él".

El Guru Nanak dice: "Nunca confíes en la persona codiciosa. Irá a cualquier lugar donde pueda obtener riqueza, aún en su hora final. "El Guru Arjan Dev Ji Maharaj dice que quien no está conforme no puede obtener satisfacción y quien está conforme aun sin poseer nada, está satisfecho". El Maestro Sawan Singh Ji Maharaj también decía: "Quien no desea nada, es el verdadero emperador".

Por el color del Naam
se obtiene todo bienestar y toda felicidad,
pero muy pocos son los afortunados.


Si hay paz, está en el Naam; si hay satisfacción, también está en el Naam. Sólo obtienen paz y satisfacción interna aquellos en quienes el Naam se ha manifestado y únicamente obtienen el Naam aquellos sobre quienes Dios derrama gracia y con quienes es benigno el Maestro.

Dios mismo es el Hacedor
y El hace que las cosas se realicen.
Nanak dice: "Ahora y siempre repite Su Naam".


Dios mismo lo hace todo. El mismo planea lo concerniente a todas las almas. El sabe cuántas almas se encuentran listas para la liberación, y cuáles deben entrar en contacto con El. Por esta razón siempre debemos hacer con devoción la meditación de Dios y siempre rendirle culto a El. Cualquier cosa que esté ocurriendo, ocurre en Su voluntad porque todo está en Su voluntad; y todas las cosas están en Sus manos.

El Creador es el Hacedor
y quien realiza todas las cosas.
Nada está en las manos del hombre.


Este es el bani de aquel Maestro en quien el ojo interno está abierto y por esta razón El dice: "Nada está en las manos del hombre, Dios lo hace todo. El es el perfecto Hacedor". El mismo hace todas las cosas y no hay nada que el hombre pueda realizar por sí mismo.


Un hombre se convierte en hombre,

cuando Dios dirige Su mirada hacia él;

Dios es quien lo hace todo.

Cuando el Dios perfecto dirige Sus benévolos ojos sobre alguien, de acuerdo a Su gracia, así empieza a actuar esa persona.

Cuando Dios inspira a los hombres internamente a hacer Su devoción, ellos, inspirados desde adentro, llegan al Sendero del Naam y comienzan a meditar en el Naam. Mientras que aquellos que no han sido inspirados por Dios, sobre quienes Dios no ha posado Sus Benignos ojos, ellos no llegan al Sendero de la Devoción.

Cualquier cosa que El haga
está de acuerdo con Su propia voluntad.
El está más allá de todo y sin embargo El está en todo.


Todo lo que sucede, ocurre en la voluntad de Dios; Dios mismo ha hecho todas las cosas. El reside muy cerca de los gurumukhs; de hecho, El vive dentro de los gurumukhs. Mientras que para los manmukhs Dios está lejos, porque los manmukhs nunca creen que Dios vive dentro de ellos; no saben dónde reside Dios. Por esta razón Dios está lejos de ellos.


El mismo comprende, ve y discierne.

Aunque está en todos, El es único.


Dios mismo decide qué alma está lista para ser llevada de regreso a Sach Khand. El reside dentro de cada cuerpo en la forma del Shabda, El mismo viene en la forma del Maestro y hace comprender al alma lo relacionado con El.

El nunca muere ni perece, tampoco viene ni va.

Nanak dice: "El siempre está absorto en la creación".

Dios nunca nace, El nunca muere, El nunca perece, El nunca viene, El nunca se va. Siempre permanece presente en cada cuerpo. En esta creación hay solamente dos poderes, los cuales siempre están presentes y nunca son destruidos: Uno es Dios y el otro es el Sat Guru. Cuando el Sat Guru viene a este mundo, viene para beneficio de los demás, y está por encima del nacimiento y de la muerte. Guru Arjan Dev Ji dice que los Maestros vienen a este mundo para beneficio de los demás. Dándonos Sus propias vidas, ellos hacen que las almas se unan con Dios.

El Mismo sabe, El Mismo enseña.

El Mismo todo lo impregna.

Ahora dice que Dios Mismo viene como el Maestro y nos enseña el Sendero, y El Mismo se convierte en discípulo y comprende ese Sendero. Significa que el algodón está tanto en la tela como en el hilo, en todo está el algodón. Dios viene como el Maestro y enseña el Sendero, El Mismo viene como los discípulos y comprende ese Sendero. Verdaderamente hablando, Dios es quien obra en todas partes. Sin embargo, la devoción de Dios la podemos hacer únicamente a través del Maestro.

El mismo crea. El mismo expande Su creación.

Cada cosa es Suya, El es el Creador.


A Dios nadie le aconsejó crear diez y seis poderes, nadie le aconsejó crear el poder negativo, ni tampoco autorizar al poder negativo para formar esta creación. Nadie le aconsejó que inspirara al poder negativo a hacer Su devoción; a tal grado que El le concediera al poder negativo el don de formar este mundo. Cualquier cosa que haya sucedido, ha sido por completo en la voluntad Dios y Dios mismo ha hecho toda la expansión de esta creación sin contar con el parecer ni consejo de nadie.

Dime ¿Puede haber algo que no sea El?

El Dios único está presente en todas partes.

No hay ningún otro poder sino el de Dios, el cual está obrando en este mundo. Una persona recibe nacimiento por disposición Suya, y así mismo la muerte viene por Su voluntad. El está obrando tanto en el cuervo como en el hombre; El está trabajando tanto por la gente que vive en India como por los que viven en América, en África o en otros lugares; El mismo Dios está trabajando por todos.

El Mismo es el actor de Sus propios dramas.

El pone en escena innumerables dramas.

Dios mismo es el actor de todos los dramas que El ha creado; El mismo lleva a cabo todas las acciones que se realizan y nadie puede aconsejar a Dios. Kabir Sahib dice que nadie puede conocer el Secreto de Dios; solamente el Santo, quien se ha convertido en esclavo de Dios, conoce Su secreto. Kabir Sahib dice que la gente de este mundo nunca puede conocer el secreto de Dios, ni cómo Dios organiza y dispone de todo. Solamente los Santos Maestros, quienes se han convertido en uno con Dios, pueden conocerlo. Pero el hecho es que cuando los Santos se han convertido en Uno con Dios, no hay diferencia entre ellos y Dios; por esta razón se dice que nadie puede conocer el secreto de Dios. Kabir Sahib dice: "Un terrón de sal entra al océano para encontrar su lugar de origen, pero cuando se ha disuelto en el océano, no puede regresar y contarle a la gente sobre su origen".

Dios está en el pensamiento y el pensamiento está en El.

Nanak dice: "Su valor no puede ser medido".

Ahora Arjan Dev Ji Maharaj dice: "A la presencia de Dios dentro de ti, se debe el que seas glorificado, que la gente te ame y cuide de ti ya que tan pronto como Dios abandona tu cuerpo, nadie le presta ninguna atención y la misma gente que te amaba comienza a sentir aversión, justamente en el instante en que Dios ha partido. Al retirarse Dios del cuerpo, de éste comienza a salir mal olor y nuestros seres queridos se apartan de él. Así pues, por esta razón el Guru Kabir Sahib dice que debemos dar gracias, estar muy agradecidos con Dios por Cuya presencia somos respetados y tomados en cuenta.

Cuando por Su voluntad, Dios se retira de nuestro cuerpo, los ojos, las manos y las demás partes de nuestro cuerpo aún siguen allí, pero ya no funcionan. La condición de nuestro cuerpo se convierte en la de una máquina que carece de corriente u otra fuente de energía que la haga trabajar.

Verdadero, Verdadero, Verdadero es el Señor.

Muy pocos son quienes pueden describir esto por gracia del Maestro.

El Guru dice que Dios es verdadero. El nunca perece (Sat: significa "verdadero" y también "aquel que existe"). Pero solamente muy pocos tienen la gracia de Su Maestro y han realizado a Dios, por lo cual pueden conocer este secreto; Ellos son los Gurumukhs.


Y solamente aquellos raros y grandes personajes están viniendo a decirnos que hay un Poder que existe siempre en este mundo, que no perece nunca, y jamás es destruido; este Poder es Dios.

Verdad, Verdad, Verdad, todo ha sido creado por El.

Uno entre millones, reconoce esto.


Dios siempre está presente, El nunca se destruye. El está más allá del ciclo de nacimientos y muertes, y muy pocos son quienes llegan a entrar en contacto con Dios y se hacen Uno con Dios. Kabir dice que los leones no se encuentran en grandes grupos, tampoco los cisnes. Así como no puedes hallar bolsas llenas de joyas, en la misma forma tampoco puedes hallar a los Santos en grupos.

Bhalla, Bhalla, Bhalla es Tu forma.
De hermosura sublime e ilimitada gloria.


El Maestro del Guru Arjan Dev, Guru Ramdas, pertenecía a la familia Bhalla, y Bhalla así mismo significa "hermosura" o "nobleza"; esta es la razón por al cual Guru Arjan dice: "La forma de Dios ha venido a la familia Bhalla y El es el más hermoso, no hay nadie más hermoso que El". El amado siempre considera a su Maestro el más hermoso, para él nadie posee más belleza que su Maestro.


Swami Ji Maharaj ha escrito acerca de Su Maestro: "Si alguien ve la forma de mi Maestro, olvidará incluso la belleza de los ángeles". Sin duda los ángeles son muy hermosos, pero si alguien ve la forma de mi Maestro los olvidará.

Puro, puro, puro es tu Bani
que purifica a quienes internamente lo escuchan.


Ahora el Maestro está cantando la alabanza de Dios. El dice: "Oh Dios, Tú eres Puro, Sagrado, Santo y Tu Bani, el cual viene de Sach Khand, también es Puro, Sagrado y Santo. Y quienes escuchan este Bani proveniente de Sach Khand, se vuelven Puros y Santos".


Santo, Santo, Santo el más Santo.
Nanak dice: "Quienes en su mente tienen amor
meditan en el Naam ".


Dios es Santo. Si decimos "Santo" tres veces se debe a que El es lo más Santo. Sólo el más Santo puede hacer la meditación en el Naam y únicamente aquellos que son puros de corazón pueden llegar a la devoción de Dios y hacer la meditación.

Cuando hacemos la meditación en el Naam es para nuestro propio beneficio; no le estamos haciendo un favor a nadie. Nunca debemos sentir pereza para hacer la meditación, ni debemos considerarla como una carga. Para hacer la meditación en el Naam y la devoción de Dios debemos tener amor por Dios y amor por el Maestro. Cuando tenemos ese amor, definitivamente nos levantaremos en la mañana a hacer la meditación; porque si amamos al Maestro, haremos cualquier cosa para complacerlo. Nos volveremos puros porque sabemos que Dios es puro y nuestro Maestro es puro; sabemos que si rehusamos meditar en el Naam y hacemos cualquier cosa mala nos volveremos impuros y nuestro Maestro no estará complacido con nosotros. Así pues, si tenemos amor por el Maestro dentro de nosotros, únicamente entonces tendremos temor reverente de El y sólo entonces seremos capaces de hacer la devoción de Dios.

Los Maestros dicen que a cada instante debemos recordar a Dios en nuestro interior, permanecer tranquilos internamente y mantener constante remembranza de Dios; excepto la remembranza de Dios, todo lo demás es falso.

"El Maestro me ha abrazado y ahora no hay distancia entre el Maestro y yo. Después de mezclarme con el azúcar, también yo me he convertido en azúcar, ya no hay diferencia entre mi Maestro y yo".