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CAPÍTULO 20
Por qué nos olvidamos de El


Oh Señor, después de mucho vagar,

vengo a refugiarme en Ti.

Esta es la petición de Nanak: "Oh Señor, apégame a Tu devoción".

Hazur Maharaj Ji solía decir que Dios todo lo tiene, menos humildad. Siendo El Todopoderoso, siendo El Omnipotente ¿A quién debería rendirse en humildad? Por esta razón El no posee humildad; por el contrario, es poseedor de todas las cosas. Si tenemos el deseo de complacer a Dios, si deseamos reunimos con Dios, primero que todo necesitamos desarrollar internamente verdadera humildad. ¿Cuándo surgirá la verdadera humildad dentro de nosotros? Únicamente cuando nos elevemos por sobre la mente y los órganos de los sentidos, cuando liberemos nuestra alma de las garras de la mente y la conectemos con el Shabda Naam, sólo entonces crecerá y se desarrollará verdadera humildad dentro de nosotros.

Todos los Mahatmas que recibieron la oportunidad de convertirse en uno con Dios, todos Ellos mencionan siempre la gracia del Maestro, la gracia de Dios. Jamás han dicho que fue por mérito propio o por Sus esfuerzos que ellos pudieron lograr Su cometido. Siempre han dicho que todo fue por gracia del Maestro, por la gracia de Dios, que pudieron encontrarlo a El.

Por eso el Guru nos dice aquí: "Desde cuando me separé de Ti, he peregrinado por muchos lugares y después de vagar he venido a Ti. Te suplico, te ofrezco esta oración, que por Tu gracia, por favor me concedas la oportunidad de hacer Tu devoción. Oh Señor, después de tanto vagar he venido a buscar refugio en Ti". Esta es la petición de Nanak: "Por Tu gracia hazme practicar Tu devoción". Hemos estado separados de Ti a causa de nuestras obras y de nuestros karmas. Oh Señor, deja caer Tu gracia sobre nosotros y únenos a Ti. Hemos deambulado en las cuatro direcciones y ahora que estamos cansados buscamos refugio en Ti. Oh Señor, estamos en la situación de aquella vaca que ya no da leche. A la vaca que no da leche nadie la cuida, nadie quiere hacerse cargo de ella. Aquel que no tiene al Señor como compañía es inútil, como la vaca que ya no da leche".

Oh Señor, yo el mendigo, imploro un regalo de Ti;
por Tu gracia concédeme el Naam del Señor.


En este himno el discípulo se ha vuelto como el mendigo que espera de pie frente a la casa de alguien. El es como un mendigo frente a su Señor, frente a su Maestro, y al igual que el mendigo, no se retira de la puerta hasta haber obtenido una limosna del dueño de casa. No importa si el dueño de casa abusa de él, lo ofende o lo golpea, aún así él permanece e insiste en recibir una limosna del dueño de casa. Es voluntad del dueño de casa dar la limosna tarde o temprano, y si no quiere darla, no la dará, pero es deber del mendigo permanecer allí en la puerta hasta que obtenga algo.

Así como el mendigo, nosotros también debemos hacer que nuestra mente se mantenga frente al Maestro y así permanecer al pie de Su puerta haciendo nuestro Simran. Nosotros debemos rogarle a nuestro Maestro Todopoderoso que nos dé una limosna y no debemos retirarnos de esa puerta sin haber obtenido algo del Maestro.

"He venido hasta Tu puerta como un mendigo. ¿Qué limosna te pido? No estoy pidiendo cosas de este mundo. No quiero hijos ni hijas, ni cosas de este mundo. Estoy pidiendo limosna, estoy pidiendo únicamente el Naam".

Imploro el polvo de los Pies de los Santos
Oh Par Brahm, colma mis esperanzas.

"He llegado hasta Tu puerta, oh Señor, con esa fe en Ti, implorando de Ti el polvo de los pies de Tus Sadhus, de Tus amados, ya que obtendré la liberación sólo sin obtengo el polvo de Sus pies. Oh Señor Todopoderoso, presente en todo lugar y que todo lo conoces, Nanak eleva esta plegaria a Ti: Conviérteme en el polvo de los pies de Tus Santos para que pueda ser liberado".

Que siempre pueda cantar Tus alabanzas,
que pueda meditar en Ti con cada soplo de mi aliento.

"Si derramas Tu gracia sobre mí, su tuvieras misericordia de mí y me concedieras Tu Naam, estaría recordándote día y noche haciendo Tu Simran y no dejaría pasar un soplo de mi aliento sin hacer Tu Simran, sin el recuerdo de Ti, y en todo momento tendría grabada en mi corazón Tu remembranza".

Ocurrió una vez que Moisés sintiéndose orgulloso de su amor por Dios, le hizo esta pregunta: "¿Hay alguien que sea más caro para Ti, o que Te ame más de lo que yo Te amo?". A esto respondió Dios: "Moisés, sin hablar de los seres humanos, hay muchos que Me aman y Me recuerdan más que tú. Incluso muchos pájaros me aman más que tú". Luego Moisés preguntó a Dios: "¿Cómo puedo convencerme de lo que dices?". Así que Dios indicó a Moisés que hablara con un pájaro posado en cierto árbol. Moisés explicó que no podía hablar ni entender el lenguaje de los pájaros; entonces Dios le concedió esa facultad diciéndole: "Cuando te dirijas a hablar con aquel pájaro podrás entenderle y comunicarte con él". Entonces Moisés se acercó al pájaro y le preguntó si tenía alguna dificultad, si había algo con lo cual él podía ayudarle y el ave contestó: "Moisés, tú bien sabes que yo hago el Simran del Señor. Yo lo recuerdo a El con cada una de mis respiraciones. La única dificultad que se me presenta es que cuando tengo que volar para beber agua -tú sabes que el pozo se halla muy lejos de aquí- el tiempo que empleo volando hasta el pozo lo malgasto porque no puedo hacer el Simran del Señor en ese momento. Así que si deseas hacer algo por mí, te ruego me acerques el pozo para que no pierda tanto tiempo en llegar allá y de esa manera, no tenga que interrumpir mi Simran".

Moisés se sorprendió al oír que aquella ave amaba tanto a Dios que no quería abandonar su Simran ni siquiera durante el segundo que gastaba volando hasta el pozo. Al comparar su condición con la condición de aquel pájaro, se dio cuenta de que a veces él olvidaba el Simran del Señor por horas enteras y sin embargo no lo extrañaba. En cambio, bastaba que el ave lo abandonara por un segundo para sentir mucho dolor por esta condición. De esta manera se quebró el orgullo de Moisés y se dio cuenta de que había muchas almas en este mundo que sentían más amor por Dios que él mismo. Sant Farid nos dice: "Me sacrifico por aquellas aves que viven en el bosque en medio de la naturaleza, comiendo nada más que cosas naturales, pero que ni por un segundo se olvidan de Dios".

Estoy enamorado de Tus pies de loto.
Oh Señor, por siempre haré Tu devoción.


Ahora dice El: "Con Tu gracia estoy enamorado ahora de Tus pies
*. Estoy atado a Ellos para siempre, soy devoto de Ellos. Y diariamente, a todo momento, estoy haciendo Tu devoción. Todo esto se debe a Su gracia".
 

   *Nota del Editor: Esta es una referencia principalmente a los Pies de Loto de la Forma Radiante interna del Maestro, o en sentido figurado, a los Pies de Dios. Véase de Kirpal Singh la obra NAAM O VERBO, pp. 299 a 327.

Tú eres mi único refugio y mi único apoyo;
Nanak suspira por la esencia del Naam del Señor.


Sólo hay un Dios que es nuestro apoyo y únicamente un Dios que es nuestro Salvador. Aquí el Guru Arjan Dev Ji Maharaj le suplica al Todopoderoso Dios: "Oh Señor, únicamente Te imploro el Naam, te ruego que me concedas el regalo de ese Naam".

La felicidad suprema proviene de la mirada de Dios;
sólo unos cuantos reciben el Néctar del Señor.


Afortunadas son aquellas almas sobre las cuales se proyecta la Luz de gracia del Señor Todopoderoso. Sólo las almas afortunadas participan de ese néctar de la devoción; son contadas las almas que reciben ese néctar.

Quienes prueban de él quedan saciados.
Ellos alcanzan la perfección y nunca vacilan.


Quienes han probado de ese néctar de la devoción, del néctar del Naam, jamás caen en la inestabilidad, ni se extravían del Sendero; ellos se convierten en seres perfectos.

Ellos están llenos hasta el borde con la dulzura
y la dicha del amor.
En compañía de los Sadhus surge el anhelo.


Ellos son océanos de amor y los océanos de amor se llenan hasta el borde. Cuando participamos de Su compañía, brota y se desarrolla en nosotros el deseo de sumergirnos en ese océano de amor. Y luego de esto, luego de recibir de ellos el Naam, nosotros también nos proponemos ir internamente y beber de ese néctar. El único beneficio de obtener la compañía de los Santos es que cuando la obtenemos surge en nosotros el deseo de ir internamente y probar ese néctar de amor, y así nos sumergimos y nos absorbemos por completo en ese néctar.

Ellos renuncian a todo y se refugian en Dios
La Luz está manifiesta dentro de ellos
y día y noche mantienen esa conexión.

Tenemos que ir hacia el Maestro renunciando a nosotros mismos y luego de hacerlo el Maestro nos conectará con Dios; así estaremos unidos con Dios en la misma forma que lo está ese Mahatma. Practicando la meditación en el Naam, se manifiesta dentro de nosotros la luz equivalente a innumerables soles y las tinieblas de la ignorancia se dispersan.

Muy afortunados son los que meditan en el Señor;
Nanak dice: "Al estar impregnado del Naam, llega la felicidad".


Si hay alguien en este mundo que sea afortunado es aquel que hace la meditación en el Naam, que se vuelve uno con el Naam y se absorbe por completo en el Naam. Quienes hacen la meditación del Naam obtienen verdadero respeto, verdadera felicidad y verdadera satisfacción. Bendito sea el día en el que conocimos al Maestro. El día en que tuvimos contacto con el Maestro, Quien es Uno con el Naam, ese día es bendito y nos sacrificamos por ese día, ya que en esa ocasión encontramos al Maestro.

Los deseos del devoto se cumplen,
cuando obtiene las enseñanzas puras del Maestro.


Cuando se desvanecen en nosotros los colores del mundo y surge el color del Naam, se cumple la esperanza o el deseo con el cual recibimos la Iniciación en el Naam -el deseo de la realización de Dios- y hacemos manifiesto aquel Naam, aquel Dios presente dentro de nosotros. ¿Acaso hubiéramos logrado todo esto por nuestro propio esfuerzo? ¿Será todo debido a nuestros méritos? No, nada se debe a nosotros mismos. Todo se debe a la gracia de nuestro Maestro. Debido a Su gracia, el Maestro nos concedió la Iniciación en el Naam y luego nos hizo meditar y vivir el Sendero de los Maestros; más tarde con Su gracia, El hizo manifiesto el Naam dentro de nosotros. Todo fue por Su gracia y compasión.

Dios derrama gracia sobre Su gente;
El hace feliz a Su devoto.


Dios dispensa la felicidad y siempre hace prosperar a aquel con quien El se siente complacido. Si el Satguru da una mirada con ojos de gracia, se obtiene felicidad y reinos por millones.

Después de cortar con los apegos el devoto obtiene la liberación;
su nacimiento y muerte, ilusión y dolor, también llegan a su fin.


Con su gracia el Satguru reduce todos los apegos que poseían las almas, los apegos a los cuerpos físico, astral y causal, y después de eliminarlos por completo y de liberar al alma de las garras de la mente, El les concede la liberación. Swami Ji Maharaj dice: "Primero que todo existe el aferramiento al cuerpo; luego viene el apego a la esposa; más tarde aparece el apego o aferramiento al hijo y después de eso siguen los nietos. De esta manera los apegos -las trabas- siguen multiplicándose y al final ellos nada nos enseñan".

Los deseos se hacen realidad
y la fe otorga sus frutos.
Aquel que lleva a Dios siempre consigo,
queda unido a El.


El deseo que una vez tuvimos de realizar a Dios, ahora se hizo realidad. ¿Cuándo sucede esto? Cuando hacemos la devoción del Señor con entera fe y amor por El. Después de esto El hizo que se cumpliera nuestro deseo de realizarlo a El. Y ahora ¿En qué condición nos hallamos? Dios está con nosotros a todo momento, sea que estemos en una habitación o viajando. El está siempre con nosotros. El siempre nos está acompañando, aun cuando estemos en una habitación cerrada en la oscuridad de la noche y nadie pueda acercarse, aún así Dios sigue con nosotros. Sea que estemos hablando con alguien o transitando de un sitio a otro, en todo lugar Dios es nuestra compañía.

Quien pertenece a Dios queda unido a El
Nanak dice: "El se encuentra absorto en la devoción del Naam ".


Nuestra alma es de la esencia de Dios; al sentir El compasión por nosotros descendió a este mundo, tomó el cuerpo humano y con Su gracia nos concedió la Iniciación. Y luego, por Su gracia y Su amor, hizo que nos uniéramos con El. Al lugar en donde estén tus apegos, allá tendrás que ir. Cuando el apego del discípulo está en el Naam y entregado a la devoción del Naam, entonces dice Nanak: "De acuerdo a la intensidad de tu devoción por el Naam, así llegarás a integrarte con el Naam".

¿Por qué olvidamos a Dios quien no permite
que nuestro trabajo sea hecho en vano?
¿Por qué olvidamos a Aquel que concede
reconocimiento por todo lo que se hace?


Cuando los ojos del discípulo se abren, comprende que el Maestro, que Dios está con él y le acompaña como su sombra. Ni siquiera por un instante Dios le abandona. En este momento el discípulo se da cuenta de que Dios no está lejos de él, que Dios siempre está a su lado. Por eso el Guru Arjan Dev Ji Maharaj nos dice aquí: "¿Por qué olvidas a Dios que siempre te acompaña como una sombra y que te concede el fruto de cada uno de tus momentos de devoción? Todas las cosas buenas que haces, todos los momentos que empleas en Su remembranza, por todos ellos recibes pago; entonces ¿Por qué olvidas a Dios que tanto bien hace por ti?

¿Por qué olvidas a Quien te lo ha dado todo?
¿Por qué olvidas a Quien da la vida a todas las criaturas?

¿Por qué olvidas a Dios que todo te lo ha dado? Primero que todo nos dio el cuerpo; luego El vino y tomó el cuerpo humano y con Su gracia nos entregó Su secreto. El nos ha dado muchas más cosas. Entonces ¿Por qué te olvidas de Dios? El nos concedió Luz y si no hubiera colocado Su poder en nuestro cuerpo, no podríamos actuar en él. Debes saber que en el momento de la muerte, cuando El retira Su poder de nuestro cuerpo, cuando retira el rayo del Shabda, sin duda alguna todas las partes de nuestro cuerpo siguen allí, pero ya no funcionan. Los ojos no parpadean, no podemos hablar, no podemos dar ni un paso, no podemos mover las manos, no podemos hacer absolutamente nada. Entonces ¿Qué es lo que estando presente en nosotros nos permite actuar? Es el Poder del Shabda, es el rayo del Shabda y cuando Dios retira de nuestro cuerpo Su rayo de Shabda, éste se vuelve una cosa inútil. Entonces ¿Por qué nos olvidamos de Aquel Quien nos ha dado tanto? Los Mahatmas dicen que debemos recordar a Aquel Quien se halla dentro de nosotros y Quien trabaja para nosotros.

¿Por qué olvidamos a Aquel Quien protege al niño
del fuego en el vientre?
Muy pocos son los que entienden esto
con la gracia del Maestro.


El Guru Arjan dice que cuando los huesos están en proceso de formación, en el vientre de la madre, hace un calor difícil de soportar. ¿Por qué entonces nos olvidamos de Dios, Quien nos protegió de tanto calor en el vientre de la madre? Son muy contadas las almas que, por la gracia del Maestro, comprenden que es Dios Quien cuida de ellas. Los Maestros no quieren decir que debamos renunciar a todas las obligaciones y quedarnos ociosos. Al contrario, nuestro deber es trabajar. Había un discípulo del Profeta Mahoma que comenzó a pensar así cuando el Profeta dijo estas palabras: "Todo ocurre por la voluntad de Dios". Aquel discípulo solía hacer el seva de cuidar los camellos. Era un trabajo muy arduo porque gastaba mucho tiempo amarrando los camellos; pero cuando oyó decir al Profeta Mahoma que "Todo ocurre por la voluntad de Dios" pensó: "Si todo lo que va a ocurrir está en la voluntad de Dios, entonces ¿De qué me vale amarrar los camellos y cuidarlos? Si es la voluntad de Dios que se roben los camellos, se los robarán, sea que los amarre del cuello o que los cuide".

Así que le expuso eso al Profeta Mahoma y El le respondió: "No, eso no es verdad. Es deber tuyo amarrarlos y cuidarlos y si después de eso todavía se los roban, entonces sí puedes decir que es la voluntad de Dios. Si no se obtiene éxito a pesar de hacer grandes esfuerzos, entonces se debe entender que esa es la voluntad de Dios; de todas maneras siempre debes esforzarte al máximo y cumplir con todos tus deberes".

¿Por qué olvidamos a Aquel Quien nos protege
del veneno,
y une lo que ha estado separado un nacimiento tras otro?


El alma sufre las consecuencias del veneno del placer y sin poder comprenderlo vaga de un sitio a otro. ¿Por qué nos olvidamos de Dios Quien retira el alma del veneno del placer y la conecta de nuevo con Dios, después de haber estado separada, después de haber estado tan alejada edad tras edad? ¿Por qué nos olvidamos de Dios Quien lleva el alma de regreso a su hogar?

El Maestro perfecto hace que los devotos
comprendan esta realidad;
Nanak dice: "Los devotos meditan en el Señor".

El Maestro nos enseña la Verdad, nos enseña que la meditación en el Naam es lo único que se irá con nosotros y es en lo único que tendremos éxito en esta vida; por esta razón debemos renunciar a nuestro intelecto y a nuestros pensamientos, abrazar el Sendero de los Maestros y por Su gracia hacer la devoción del Señor. Por Su gracia nos convertimos en uno con el Señor. Por esta razón siempre debemos decir que la meditación en el Naam es lo único que se irá con nosotros y por esto debemos hacerla.

Oh Amigos, los Santos realizan este trabajo:
Abandonan todo lo demás y repiten el Naam del Señor.


Los Santos vienen a este mundo y nos dicen: "Oh amigos ¿Qué deben hacer después de abandonar el deleite de los placeres? Deben hacer la meditación del Naam, ya que esto es lo único que acudirá en su rescate y lo único que cuenta".

Haz Simran, Haz Simran, y haciendo Simran
obtén la felicidad.
Medita en el Naam
y haz que otros también mediten en El

Ya sea que estén durmiendo o despiertos, que estén sentados o de pie, hagan el Simran del Señor. Ustedes mismos deben hacer el Simran del Señor y si alguien viene a verlos, inspírenlo de manera que también él haga el Simran del Señor. Amorosamente le pueden decir: "Querido hermano, he conseguido esto haciendo el Simran del Señor y si entiendes esto y quieres obtenerlo, tú también debes hacer Simran y conseguir sus beneficios".

Por amor a los devotos
podemos cruzar a nado el mundo entero;
sin devoción, el cuerpo quedará reducido a cenizas.

Si amamos a los devotos del Señor, podemos atravesar el océano de la vida; pero si después de tener el cuerpo humano, no lo utilizamos en la devoción del Señor, si no atravesamos el océano de la vida ¿Qué nos sucederá? Reduciremos este cuerpo a cenizas y saldremos de este mundo con las manos vacías. El Guru Ramdas Ji dice: "Aquel en cuyo corazón el Naam no está manifiesto, habría sido mejor que su madre no lo hubiera concebido; porque sin el Naam su cuerpo está vacío y aquel hombre vaga de un lugar a otro como un ser inútil".

El Naam es el tesoro de la buena fortuna
y de la felicidad;
el mortal que se está ahogando obtiene Su apoyo.


Hasta ahora todos los que han recibido beneficios, todos los que han obtenido su liberación, lo han logrado únicamente por la meditación en el Naam. Lograron unirse con Dios únicamente porque hicieron la meditación en el Naam. Si una persona está a punto de ahogarse en un océano, o en un río, y pasa alguien y lo rescata en un bote, él se pondrá muy contento, porque está seguro definitivamente de que podrá atravesar el océano y está a salvo y sin peligro de ahogarse. En igual forma, nosotros ignoramos por cuántas edades hemos estado ahogándonos en este océano de la vida. Al recibir el Naam, el Naam es ese bote en el cual podemos atravesar el océano de la vida. Edad tras edad hemos sufrido mucho ahogándonos en el océano de la vida y al recibir el Naam nuestra alma se llena de alegría y ahora tenemos la seguridad de que con el Naam podremos cruzar el océano de la vida, seguros y sin peligro.

Todo dolor es eliminado. Nanak dice:
"Medita en el Naam, que es el tesoro de virtudes".

¿Qué cualidades posee el Naam? Ustedes saben que siempre que nacemos, sea como ave o cualquier otro animal, y aun cuando obtenemos el cuerpo humano, siempre hay dolor y dificultades. De la única manera que podemos evitar dolor y dificultad, es con la meditación en el Naam, porque la meditación en el Naam es el único remedio para todo dolor y dificultad.

Una vez creado el amor, nace internamente el anhelo
de probar ese amor;
Uno guarda esto dentro de su cuerpo y mente.


Dentro de nosotros ha sido creado el amor a Dios y día y noche sentimos esta alegría; Dios nos ha concedido la oportunidad de llevar a cabo Su devoción.