El hombre encuentra a Dios detrás de cada puerta que la ciencia logra abrir.

Albert Einstein.
 


 

 

Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos.

Martín Luther King.
 


 


Bienaventurado el que nada espera, porque nunca sufrirá desengaños.

Anónimo.
 



 

Nuestro carácter es el resultado de nuestra conducta.

Aristóteles.
 


 

 

Si quieres una mano que te ayude, la encontraras al final de tu brazo.

Anónimo.
 



 

El tiempo perdido no se recupera nunca y cuando decimos que tenemos tiempo de sobra, descubrimos que nos falta.

Benjamín Franklin.
 


 

 

El hombre justo es aquel que no necesita justificar sus actos.

Sergio Badilla Castillo.

 



 

Las lagrimas son la sangre del alma.

San Agustín.
 



 

La belleza de la rosa más simple, es más sublime de lo que yo puedo lograr con mi pincel.

Pablo Picasso.
 



 

Bienaventurados los que dan sin recordarlo y reciben sin olvidarlo.

Anónimo.
 


 

 

La virtud no consiste en abstenerse del vicio, sino en no desearlo.

Athena.
 



 

No porque hayas hecho enmudecer a una persona la has convencido.

J.morley.

 


 

 

Debemos el progreso a los insatisfechos.

Anónimo.
 



 

No es mas grande el que mas espacio ocupa sino el que mas vacío deja cuando se va.

Cristina Martínez.
 


 

 

Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios.

Jean Paúl Sartre.

 



 

No son las malas hierbas las que ahogan la buena semilla, sino la negligencia del campesino.

Confucio.
 


 

 

El hombre es dueño de su silencio, y esclavo de sus palabras.

Melina Valladarez.

 


 

 

Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones.

Séneca.