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OH DIOS: PRENDE FUEGO AL PARAÍSO

 

 

abia  Basri,  la Santa  de  Basra,  estaba un  día  llorando

como si su corazón se fuera a romper. Los vecinos, al oír sus angustiados sollozos, se acercaron a ella y le oyeron decir:

“Oh Dios, prende fuego al paraíso, y vierte agua en los fuegos del infierno, Te lo ruego. Entonces la gente orará a Dios solamente por amor a Él y no por las esperanza de recompensa o temor al castigo”.

 

De la misma manera, Sheik Abu Bakr Shibli se sintió un día dominado por un sentimiento similar cuando estuvo en la Meca. .Al terminar de realizar sus devociones, tomó en sus manos un carbón encendido y fue hacia la sagrada Kaaba, la inmensa piedra negra que hay en la Meca, que fue y que es aún objeto de veneración por parte de todos los Musulmanes.

 

“¿Qué estás haciendo? ¿A dónde estás yendo?”. Preguntaba la gente al Santo cuando pasaba al lado de ellos. Shibli les decía:

 

“Voy a la Kaaba y la voy a reducir a cenizas. Entonces la gente dejará de pensar en la casa, para pensar en el Amo de la casa”.

 

Al día siguiente, se vió  nuevamente a Shibli por las calles de la Meca. Sus ojos brillaban de devoción y en cada una de sus manos llevaba un pedazo de madera encendida.

 

“Oh, Shibli: ¿a dónde vas? ¿A qué estás tratando de prender fuego hoy?”, preguntaba la gente.

 

Shibli contestaba:

 

“Voy a prender fuego al cielo y al infierno. Entonces la gente no ansiará el uno ni temerá al otro y amarán a Dios solamente por amor a Él”.

 

       “La  humanidad corre tras la  salvación,

       los  cielos y los  paraísos, sin cesar ansía.

       Pero  del  Señor los amantes,  ni siquiera

       piden la salvación, con  su presencia tan

       solo se satisfacen”.

 

                                                   Guru Ramdas.