La humildad de los Santos
(Sant Ajaib Singh Ji)
La humildad es algo de lo cual nunca tenemos suficiente. Me pregunto: ¿cómo podemos profundizar en nuestra humildad diariamente? También me gustaría escuchar ejemplos de Sawan, de Kirpal y de Ti Mismo, para mostrarnos el camino de la humildad.
Las vidas ejemplares de los Santos están llenas de sacrificios. Ellos han sacrificado Su mente, Su cuerpo, Su alma y han hecho el sacrificio de practicar la meditación en el Surat Shabd Yoga. En Su vida no existe nada que Ellos no hayan sacrificado por Su Maestro, por eso Ellos en Su interior poseen verdadera humildad, porque la verdadera humildad surge en nuestro interior solamente cuando lo sacrificamos todo por nuestro Maestro, por la devoción de Dios Todopoderoso. Cuando quitamos las coberturas fisica, astral y causal de nuestra alma y llegamos a Par Brahm, cuando cruzamos la región de la mente y de Maya, sólo entonces en nuestro interior surge la verdadera humildad. Si tratamos de imitar a aquellas almas que son humildes antes de haber desarrollado la verdadera humildad fomentaremos la falsa humildad en nuestro interior y ese tipo de humildad no nos ayudará.
El Maestro Sawan Singh solía decir: “Ese tipo de humildad es muy engañosa. Cuando externamente decimos que no necesitamos nada, que somos muy humildes, que nada somos, cuando utilizamos frases por ese estilo, mientras en nuestro interior deseamos nombre y fama, honores y alabanzas del mundo, eso significa que estamos mostrando humildad sólo externamente, mientras que internamente no somos verdaderamente humildes.” Entonces a menos que nos elevemos por encima de la mente y de Maya, a menos de que hayamos sacudido las tres coberturas, la física, la astral y la causal de nuestra alma y hasta no haber llegado a Par Brahm, no podemos tener verdadera humildad.
En una ocasión existió un falso sadhú cuyo nombre era Sheetal Das, que significa señor sobrado o algo semejante [todos ríen, incluido Sant Ji]. El se hacía llamar Sheetal Das porque quería mostrarle a la gente que en su corazón era sobrado, con el propósito de atraer gente. Pensó: “Si la gente sabe que mi nombre es Sheetal Das vendrán donde mí para obtener esta cualidad en la vida.”
Suthra, quien era un iniciado del Guru Har Gobind era muy buen meditador, un alma muy buena y él sabía que se puede estar sobrado sólo cuando uno medita. Puesto que él había hecho la meditación, sabía que la verdadera humildad surge solamente cuando una persona medita. De lo contrario si la persona está exhibiendo que es muy sobrada, que es humilde de verdad, lo único que esta haciendo es engañando a los demás.
Entonces cuando el escuchó hablar de Sheetal Das, fue a verle. Sheetal Das vivía en las afueras del pueblo y cuando Suthra llego se sentó enfrente de él y le pidió un poco de fuego. Le dijo: “Por favor dame fuego.”
Sheetal Das le respondió: “No tengo ningún fuego aquí.”
Pero nuevamente el Fakir Suthra le dijo: “No, dame fuego, tú tienes.”
Nuevamente con mucha amabilidad Sheetal Das se negó diciendo:
“Yo no tengo ningún fuego.”
Pero como el Fakir Suthra continuaba insistiendo que quería fuego, Sheetal Das se enojó mucho y empezó a correr tras de él, persiguiéndolo para pegarle.
Cuando empezó a hacer eso, el fakir Suthra dijo: “Me dijiste que no tenias fuego alguno, pero dime entonces, ¿de dónde salen esas llamas tan candentes? Al escuchar esto Sheetal Das se sintió muy avergonzado.
El significado de esta historia es que a menos que uno haya ido internamente, no puede tener verdadera humildad y a menos que tenga verdadera humildad, cualquier humildad que mostremos externamente equivale a engañar a los demás.
Hay una historia de los tiempos del Señor Krishna. El Señor Krishna tenía una devota llamada Radika, que amaba mucho al Señor Krishna, pero para sus adentros pensaba: “El Señor Krishna no es el verdadero, él solamente toca la flauta y juega con todas esas mujeres, él no es un verdadero Santo, o un verdadero sadhú.” Ella pensaba que los sadhús verdaderos vivían lejos de la civilización, que siempre se vestían con ropajes de colores y vivían apartados del mundo. Que meditaban sin cesar en el bosque o en la selva, lejos del mundo sin establecer con éste ninguna clase de contacto. Ese era el concepto que ella tenía.
El Señor Krishna también amaba mucho a Radika y no quería que ella tuviera dudas, ni confusión con respecto a él. De manera que le dijo: “Radika, vamos a visitar unos sanyasis, algunos sadhús que viven en el bosque, porque quiero aclarar las dudas que tienes en tu mente.”
Así es que el Señor Krishna llevó a Radika al bosque donde había un sadhú vestido con ropaje de colores. El lugar donde vivía era muy hermoso, muy limpio, como un pequeño ashram construido en medio del bosque. Ese sadhú se alimentaba tan sólo de raíces y pasto, nada más, no tomaba ningún otro tipo de comida. El sitio donde habitaba era hermoso y limpio, muy atractivo. Entonces Radika le dijo al Señor Krishna: “¿Ves este lugar? El es un sadhú verdadero, porque el lugar donde vive es muy limpio, él viste con ropajes de colores y además permanece en meditación. No come ningún alimento y está totalmente apartado del mundo y de las cosas mundanas. El es un verdadero sadhú, todos los sadhús verdaderos son como él.”
El Señor Krishna sabía todo con respecto a ese sadhú, así es que sonrió y dijo: “Muy bien Radika, te mostraré qué tipo de sadhú es él. Vamos a hablar con él. Yo cambiaré mi forma, pero debes prometerme que no importa lo que yo diga, tú no te vas a reír. Y aunque tú conozcas la verdad, simplemente te tendrás que quedar callada y ver lo que pasa."
Entonces el Señor Krishna cambió su forma por la de un hombre delgado y muy viejo, con una joroba y le dijo a Radika que ella conservaría su forma verdadera de princesa.
Los dos fueron donde se encontraba el sadhú y él se sintió muy complacido de ver a tan bella mujer allí en compañía de un hombre viejo. El no se dio cuenta de que eran el Señor Krishna y Radika. Entonces el viejo dijo: “Hemos venido en busca de refugio.”
Al escuchar esto el sadhú se sintió muy complacido y respondió: “Bienvenidos.” Les demostró externamente mucha humildad y que se sentía muy complacido. Les dijo que su ashram sería también de ellos, que eran bienvenidos y que haría todo cuanto estuviera en su poder para que su estadía fuera confortable. Les dio la bienvenida de todo corazón y con todo su amor.
El Señor Krishna en la forma del anciano dijo: “Sadhú, esta princesa es hija de un rey. Juntos salieron por el bosque de cacería y se perdieron. De repente de los arbustos salió un león. Yo me encontraba allí en ese preciso instante y soy un hombre muy fuerte, con muchos conocimientos, así es que utilizando mis múltiples habilidades, maté al león y rescaté a esta joven y bella princesa. Quisiera que nos permitieras pasar la noche en tu ashram.”
Ahora bien, lo que el Señor Krishna le estaba diciendo carecía de credibilidad, porque le estaba hablando escondido en la forma de un anciano muy débil y delgado y le decía que era un hombre muy fuerte que había matado a un león.
El sadhú escuchó todo esto y en su mente se preguntó: “¿Pero qué dice este hombre?” Pero en realidad lo que el hombre hiciera le tenía sin cuidado porque su atención estaba totalmente concentrada en Radíka, la hermosa princesa. Una persona que no es casta siempre mira a las mujeres, sin importarle lo que le estén hablando. Así es que no prestó atención a todas las falsedades que el Señor Krishna, en la forma del anciano, le estaba diciendo. Simplemente afirmaba con la cabeza a todo lo que el anciano le decía, porque por un lado quería complacer al anciano y por el otro quería a la bella y joven princesa Radika.
Cuando llegó la noche, les asignó un sitio donde podían quedarse. El sadhú solía preparar una bebida a base de hierbas para embriagar su mente, o como él mismo solía decir, para darle paz a su mente.
Algunos amados Norteamericanos me dicen que en su país pueden encontrar píldoras para silenciar su mente, para calmar su mente y yo les contesto: “Amados, no existe nada que pueda dar paz a tu mente excepto la meditación. Todas las píldoras y todas las medicinas que tú puedes obtener, que dicen dar paz a la mente no son nada distinto a embriagantes. Simplemente adormecen el poder del pensamiento durante un lapso de tiempo, y por unos pocos minutos estás en un estado de embriaguez pero luego te das cuenta de que has perdido mucho.”
Así es que el sadhú preparó una bebida embriagante y pensó: “Este viejo se toma esto que lo hará dormir hasta la mañana siguiente sin despertarse. Entonces estaré libre de hacer lo que quiera con esa bella dama Radika.”
El no sabía que a quien le iba a dar la bebida era al Señor Krishna. El Señor Krishna se tomó el líquido que no iba a surtir efecto en él, puesto que era Dios, sin embargo simuló que le había hecho efecto, y se durmió y empezó a roncar enfrente del sadhú.
El sadhú estaba impaciente, porque como ustedes cuando una persona no casta piensa en disfrutar de la lujuria con una mujer, carece de paciencia. No quiere perder tiempo, porque no ve nada más excepto la mujer. Entonces de inmediato fue donde Radika. Cuando ella vio cual era la realidad del sadhú, y que el Señor Krishna estaba dormido, sintió mucho miedo. Empezó a regañar al sadhú diciéndole: “Cuando llegamos parecías tan humilde, hablabas de tantas cosas buenas, pero ahora veo cual es tu realidad. Eres un engañoso, has montado una horrible patraña.”
Ella continuó regañándole ante lo cual el sadhú le respondió: “Hermosa damisela, cuando el néctar llega donde alguien, cuando llega a la casa de ese alguien, ¿quién no va a querer beber de él?”
Como es sabido por todos ustedes, las personas que no son castas llaman néctar a las acciones lujuriosas, mientras que los meditadores perfectos saben que no es néctar sino veneno. Todos aquellos que han probado de ese veneno, no han sobrevivido. Pero ese sadhú no era un Sadhú verdadero, era uno falso, por eso pensaba que la lujuria para él, era néctar y esa era la razón por la cual quería probarlo.
De inmediato el Señor Krishna cambió su forma a la forma de una serpiente cobra y se apareció ante el sadhú para asustarlo. Cuando el sadhú observó que había una serpiente cobra cerca de él sintió terror. Y de inmediato salió del cuarto dejando a Radika sola (con la serpiente). Luego ella y el Señor Krisbna también se fueron de allí.
Cuando salieron el Señor Krisbna le preguntó a Radika: “Viste su humildad? No era verdadera, era tan sólo una exhibición externa, él carecía de ella. Vivía en el bosque habiendo dejado todas las cosas del mundo, pero en el interior de su mente seguía añorando los placeres del mundo y tan pronto como tuvo la oportunidad quiso hacer uso de ella. De manera que él no era un sadhú de verdad. Ahora te llevaré donde un sadhú verdadero. Nunca mires la apariencia externa que pueda tener el sadhú, porque sucede muchas veces que las personas toman la humildad externa, ciertas apariencias externas sólo para impresionar a los demás, pero en su interior carecen de verdadera humildad y de devoción por el Señor.”
Después de un tiempo cuando nuevamente se hizo de noche, tanto el Señor Krishna como Radika sintieron que algún poder, que algo los estaba halando en cierta dirección. Estaba lloviendo y había tormenta y se cayeron muchas veces por el camino, pero seguían siendo atraídos hacia la misma dirección.
Finalmente llegaron a una especia de jardín muy bello, donde había una linda laguna y una casa hermosa. Allí en el jardín, cerca a la laguna estaba sentado en profunda meditación, un hombre joven, asistido por mujeres que le estaban dando masajes mientras meditaba profundamente.
Cuando el Señor Krishna y Radika llegaron, todas las mujeres se fueron y el joven se levantó de la meditación. Les dio la bienvenida y presentó su saludo respetuoso al Señor Krishna y se disculpó de no haberles dado la bienvenida antes porque estaba sentado en la remembranza del Señor Kríshna.
Dijo: “Oh Señor, estoy sentado en Tu remembranza, mi corazón es tuyo, todo cuanto tengo te pertenece; me sacrifico y me rindo ante ti.”
Al ver su devoción Radika se sintió favorablemente impresionada y luego el Señor Krishna le dijo: “El es un verdadero devoto. El no ha asumido ninguna apariencia externa, no lleva vestiduras de colores, ni tampoco ha dejado a su familia, ni sus responsabilidades de este mundo. Pero en su interior no tiene apegos por estas cosas. Aunque externamente tiene todas estas comodidades y facilidades, internamente ha abandonado todos estos apegos y está haciendo la verdadera devoción de Dios. Por eso él es un devoto verdadero de Dios, no como el “llamado sadhú” que vimos ayer.”
Entonces amados, a menos que tengamos verdadero desapego interno, a menos que tengamos verdadera humildad y verdadera pureza para hacer la devoción de Dios, si continuamos expresando nuestra humildad externamente, si se la seguimos exhibiendo a los demás, si les mostramos que somos muy humildes, muy puros y muy devotos, no sólo los estamos engañando a ellos, sino que también nos estamos engañando a nosotros mismos.
Es muy difícil desarrollar humildad como lo han hecho los Maestros y los Santos. A menos que nos convirtamos en Maestros y en Santos, no podremos lograr la humildad que ellos han desarrollado. Los Santos y los Maestros que Dios ha enviado a este mundo traen consigo inmensa paciencia y humildad en Su interior, y a lo largo de la historia hemos visto como aunque hayan recibido sufrimientos y problemas de parte de Sus detractores, Ellos siempre sintieron perdón y oraron a Dios Todopoderoso diciéndole: “Oh Señor, perdónales porque no saben lo que hacen.” Tenían verdadera humildad, por eso siempre oraron pidiendo perdón aún por Sus detractores.
Por otro lado si nosotros miramos en nuestro interior nos daremos cuenta que si alguien nos crítica en lo más mínimo, si alguien nos insulta, en ese momento cambiamos de colores y nos disgustamos, nos llenamos de ira hacia la persona que lo hizo y esto es debido a que en nuestro interior Dios Todopoderoso no ha instaurado ese poder.
Tengo dos preguntas. Primero: ¿Creamos o pagamos karma en nuestros sueños? Y la segunda se relaciona con un hábito que tengo de pensar en las acciones del pasado y recordarlas con intensidad como también pensar en las cosas que puedan suceder en un futuro. ¿Qué clase de karma se crea o se paga en ese nivel mental?
Ese es el trabajo de la gente del mundo. Siempre piensan en lo que ha ocurrido en el pasado y se preocupan por el futuro. Piensan en las malas acciones que han cometido en el pasado y se preocupan por el porvenir. Cuando un amado se vuelve Satsangui, después de haber recibido la Iniciación en el Naam del Maestro, todos sus pensamientos deberían estar centrados alrededor de la meditación y el Sendero de los Maestros y siempre debería pensar y seguir las instrucciones del Maestro.
Los sueños son el resultado de nuestros pensamientos diarios. Soñamos de acuerdo a los pensamientos que hayamos tenido durante el día. Si durante el día estamos disgustados y no tenemos paz alguna y a lo largo del día tenemos ese tipo de pensamientos, entonces en el sueño tendremos la misma intranquilidad. No obtenemos paz alguna y seguimos disgustados. Por eso los Santos siempre dicen que de los sueños no obtenemos felicidad alguna. Si no hemos hecho Simran durante el día, si hemos tenido pensamientos mundanos y si hemos permanecido perturbados y perplejos durante el día con pensamientos mundanos, entonces lo mismo sucederá en los sueños y eso nos impedirá sentir paz.
Como ustedes saben cuando hacen el Simran del Maestro, cuando recuerdan al Maestro, Su Forma interna se manifiesta por sí sola. De manera que si han hecho el Simran y han pensado en el Maestro durante el día, en la noche también verán al Maestro en sus sueños. Verán la Forma del Maestro porque cuando nuestra alma está en paz y quietud durante el día al hacer el Simran, durante la noche el Maestro halará su alma hacia los planos más elevados. Muchas veces nos mostrará vislumbres del mundo interno y muchas veces nos hará pagar los karmas en esos planos. Pero como a lo largo del día no hacemos suficiente Simran, ni pensamos en el Maestro nuestra alma se ha vuelto inquieta. Por eso muchas veces cuando el Maestro misericordiosamente eleva nuestra alma, nos muestra los planos internos y nos hace pagar los karmas en esos planos, incluso en ese momento, puesto que nuestra mente está inquieta, pensamos que se trata tan sólo de un sueño y no aprovechamos la experiencia a cabalidad. Pero las almas que hacen el Simran a lo largo del día y constantemente piensan en el Maestro, ellas son elevadas por El y muchos de sus karmas son pagados de esta manera.
En el Punjab existe una aldea llamada Dina y el Guru Gobind Singh tenía dos discípulos llamados Lakmir Singh y Shamir Singh. El Guru Gobind Singh se quedó con ellos durante un largo período y estaba muy complacido con el seva que ellos hacían, por eso quería darles algo. En una oportunidad llamó a Lakmir y a Shamir y les dijo: “Estoy muy complacido con vuestro seva y quiero daros algo de naturaleza mundana también. Así es que pedid lo que queráis que os será dado.”
Esos amados eran muy devotos y no querían pedir nada, sin embargo como el Guru Gobind Singh estaba muy complacido con su seva le dijo a Shamir Singh: “El área que recorras con tu caballo se volverá tuya. Te convertirás en dueño de ese territorio.” Esa fue la gracia que le concedió el Maestro.
El tío materno de Shamir Singh solía creer en Sakhi Sarver quien era un antiguo dios o mahatma que él nunca había visto. Por lo general la gente cree en los Santos y Mahatmas del pasado sin haberlos visto y sin haber tenido una experiencia personal de ellos, de esta manera comienzan una tradición y continúan alabándolos. Así fue como el tío de Shamir comenzó a alabar Sakhi Sarver.
Cuando Shamir Singh regresó a su casa le contó a su tío y al resto de su familia lo siguiente: “Hoy mi Maestro estaba muy complacido conmigo y me dijo que el terreno que recorriera con mi caballo se volvería mío.” Al escuchar aquello el tío se rio y dijo: “Bueno y ¿qué clase de Maestro es ese? Has estado gastando cantidades de dinero en él, lo has cuidado y ahora sólo porque él lo dice vas a obtener todo ese territorio, toda esa tierra, ¿cómo es eso posible? Eso no va a suceder.”
Shamir Singh no quería ocasionarle un disgusto a su tío, pero tampoco quería causar molestias a su Maestro. El había contado la promesa que su Maestro le hiciera y puesto que había sido rechazada por su tío, no quería recorrer en su caballo un tramo grande de tierra. Temía que esto llegara a molestar a su familia porque ellos no creían que pudiera ser posible. El tampoco quería molestar al Guru Gobind Singh, de manera que con su caballo rodeo todo el pueblo donde vivía pensando que al recorrer tan sólo ese tramo estaría también complaciendo al Guru Gobind Singh.
Después fue donde su Maestro el Guru Gobind Singh y le contó toda la historia de como había llegado a su casa y hablado con su tío y lo que este había dicho refiriéndose a las bendiciones y al don del Guru Gobind Singh. Al escuchar esto el Guru Gobind Singh respondió: “Muy bien, puedes pedir algo más y te será dado.”
Shamir Singh respondió: “Maestro, Tú sabes que mi tío está aún en mi casa y si Tú me das algo más de naturaleza mundana, él no lo va a aceptar, él no me va a permitir que lo reciba, entonces lo mejor es que si quieres derramar aún más gracia sobre mí, me liberes ya en esta vida. Yo no quiero regresar de nuevo a este mundo.”
El Guru Gobind Singh le dijo: “Muy bien, Shamir Singh, ve a tu casa y duérmete.” Cuando se acostó vio que misericordiosamente su Maestro, el Guru Gobind Singh, elevó su alma y la llevó a numerosos cuerpos y a distintas especies. Su alma paso por todos los nacimientos que debía tener. Estuvo en muchos cuerpos, vivió muchos nacimientos y después de pasar por todos los sufrimientos, dificultades y gozos de estas vidas, al final se vio en forma humana, en un ser muy pobre. Y como ustedes saben la mayoría de la gente que es pobre tiene muchos hijos, así es que Shamir Singh en esa cuerpo tenía también muchos hijos. En aquel tiempo no existía un buen sistema de canales de riego y la gente dependía de la lluvia. No había llovido, había una sequía y Shamir Singh en la forma de un hombre muy pobre con muchos hijos fue al bosque a coger frutas para darles de comer. Se subió a un árbol y cuando estaba parado sobre una rama muy débil, la rama se partió y él cayó al suelo. En ese instante tenía en su boca un pedazo de fruta.
Cuando cayó sintió mucho dolor en su pierna y al sentir tanto dolor inmediatamente despertó del sueño y encontró que en su boca tenía un pedazo de cáscara de la fruta que había estado recogiendo para sus hijos. Cuando vio todo esto internamente, puesto que él era un meditador, se dio cuenta de la realidad de Su Maestro, vio que todo había sido gracia de El. El Maestro lo hizo pasar esos cuerpos y especies y por todos los sufrimientos de esas vidas en el estado del sueño. Entonces inmediatamente fue donde su Maestro, el Guru Gobind Singh. Era de noche, así es que el Guru Gobind Singh le preguntó: “Shamir Singh, ¿tienes algún problema? ¿Por qué vienes a estas horas de la noche?”
Shamir Singh le contó entonces todo cuanto había visto, todo cuanto había vivido, y le contó también que al final había nacido en una familia muy pobre y había tenido muchos hijos y como al final cuando había ido al bosque en busca de frutas se había caído de un árbol. La agradeció al Maestro por haberle acortado los sufrimientos de nacimientos y muertes tan misericordiosamente. Mientras estaba en el estado del sueño, El le ayudó a dar por terminados sus nacimientos y muertes y fue liberado en esa vida.
Entonces, amados: aquellos que hacen la meditación saben que cuando reciben experiencias, cuando reciben la gracia del Maestro, no es un sueño. La gente cuando está dormida llama a esas visiones del Maestro, sueños, pero no son sueños. Los sueños de naturaleza mundana surgen solamente cuando nuestra alma desciende por debajo del Tercer Ojo, pero cuando tenemos visiones y experiencias con el Maestro, en ese momento nuestra alma ha sido elevada por encima del Tercer Ojo. Esto sucede por que el Maestro es un ser muy puro y elevado que nunca desciende a las nueve aberturas del cuerpo.
Tengo una pregunta personal. Después de las meditaciones con el Maestro Kirpal nos solía preguntar qué habíamos visto internamente. Esto me llevaba a ser muy estricto conmigo mismo, porque sabía que El iba a preguntarme qué había visto internamente. He notado que Tú no lo haces y quería saber el por qué.
[Sant Ji ríe.] Esa es la Voluntad de los Maestros. El Guru Gobind Singh dijo: “Cada Santo tiene Su propia Voluntad. Aunque vienen del mismo plano, aunque Su meditación es la misma, Su Luz es la misma, Sus instrucciones son las mismas, sin embargo tienen Voluntades distintas. Tienen diferentes maneras de hacer las cosas.”
El Maestro Sawan Singh Ji tampoco solía preguntarle a la gente por sus experiencias.
Existe una razón por la cual yo no les pregunto acerca de aquello que han visto en la meditación. Cuando el Maestro Kirpal solía venir a mi ashram y cuando iniciaba a las personas, al mismo tiempo le pedía a otras personas que se sentaran a meditar en un sitio diferente de la carpa. Y esas personas mientras la Iniciación se llevaba a cabo, no se sentaban a meditar, tal y como el Maestro les había pedido que hicieran, sino que se sentaban a conversar unos con otros, a contar chistes y cosas por el estilo. Y cuando sabían que iba a ser el momento de que el Maestro viniera, se sentaban con sus ojos cerrados en meditación y simulaban haber estado meditando desde el comienzo.
Cuando el Maestro les decía: “Muy bien, suspendan por favor y siéntense confortablemente,” El les preguntaba: “¿Cuántas personas vieron estrellas? ¿Cuántos vieron lunas?” Entonces aquellos que durante la Iniciación habían estado hablando, y no meditando, pero que habían cerrado sus ojos justo antes de que el Maestro se hiciera presente, esas personas alzaban la mano para mostrar que habían visto estrellas, lunas y demás. Y como yo presenciaba todas esas cosas me sentía muy mal, no me gustaba porque pensaba: “¿Por qué quieren estas personas engañar al Maestro? ¿No sabe el Maestro lo que están haciendo y qué clase de experiencias están recibiendo?” Esto afectó tanto mi mente que desde ese entonces no me gusta preguntarle a las personas por lo que han visto.
Esto no quiere decir que yo no sepa qué están viendo, ni lo que están haciendo durante la meditación. Tengo completo conocimiento de lo que las personas están haciendo en la meditación y de todo cuanto están viendo. Pero debido a ese incidente, no me gusta preguntar a las personas sobre sus experiencias porque siento que a veces las personas tratan de engañar a los Maestros, mintiendo sobre lo que han visto en la meditación.
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