Todo depende de tu fe, amor, devoción y esfuerzo
(Sant Ajaib Singh Ji) Esta sesión de preguntas y respuestas, fue dada el 25 de Septiembre de 1988 en el Ashram de Sant Bani, Aldea 16 PS, Rajastán.
Pregunta: Amado Maestro, yo fui iniciado hace ocho años pero, a pesar de todos mis esfuerzos, no he podido obtener ningún progreso en el Sendero ni en la meditación. Mi meditación no ilumina el Sendero y mi sendero no ilumina las meditaciones. Esto es muy evidente y otra persona me critica a mí y a ti por esto. Yo he sufrido esto solo, pero ahora pregunto: ¿Por qué? ¿Es mi temperamento tan malo o mi karma tan pesado o hay alguna otra razón? ¿Cuanto puedes sufrir Tú por mi seguridad? No sé que debería esperar.
Respuesta: Cada satsangui debería pensar acerca de este asunto pacientemente. Maharaj Sawan Singh Ji solía decir que ni tan siquiera las experiencias del esposo y de la esposa son iguales, porque ellos tienen sus propios karmas y tienen diferentes karmas que pagar. Nosotros tenemos sobre nuestra alma el efecto de nuestros malos karmas tanto como el de nuestros buenos karmas. Así como un buen karma tiene un buen efecto, de igual forma, el mal karma nos afecta muy cruelmente y tiene un efecto directo sobre nuestras meditaciones. Yo he dicho con frecuencia que es peor rendirse que ser derrotado. Ustedes no deben rendirse a su mente. Ustedes deben continuar su lucha, y cuando sus karmas sean cancelados, entonces tendrán todas las experiencias, su sendero brillará y ustedes progresarán. Pero no deberían desilusionarse. Ustedes no deberán rendirse a la mente; deberán continuar meditando.
Mi experiencia ha sido que, de cientos de personas que obtienen la Iniciación, ninguno tiene el mismo tipo de experiencia. La experiencia de cada quien difiere. Hay muchas personas que, incluso después de habérseles sentado dos o tres veces, no obtienen ninguna experiencia en lo absoluto, pero, la Gracia del Maestro es igual para cada uno.
A aquellas personas que no obtienen ninguna experiencia o a aquellas que aún no tienen la experiencia después de meditar por mucho tiempo o después de estar en el Sendero durante muchos años, me gustaría advertirles que deberán seguir haciendo la práctica de la meditación con amor, fe y devoción por el Maestro. Si ustedes mantienen su fe y devoción por el Maestro tarde o temprano, después que sus karmas hallan sido cancelados, definitivamente obtendrán lo que anda buscando.
Muchas veces, cuando las buenas almas vienen a obtener la Iniciación, no necesitan mucha explicación, ellos simplemente se sientan allí y cuando obtienen la atención del Maestro, confiesan que recibieron experiencias muy elevadas y así, no es necesario pasar mucho tiempo explicándole a ellos la teoría. Ellos aceptan la atención del Maestro y no tienen ninguna dificultad en obtener dichas experiencias. Muchas veces ocurre que nuestra mente no nos permite confesar nuestros errores, y como resultado, a pesar de que nosotros sabemos en lo profundo de nuestro corazón la razón por la que no estamos recibiendo la experiencia, aún así, debido a que estamos bajo la influencia de la mente, no somos capaces de entender y no creemos que esto es un error de nuestra mente. Es nuestro error el que no hallamos recibido las experiencias en el momento de la Iniciación.
Durante la primera gira mundial, en el Ashram de Sant Bani fueron iniciadas muchas personas, y una amada vino desde África del Sur para recibir la Iniciación. Ella era un alma muy buena pero, en el momento de la Iniciación no obtuvo ninguna experiencia en la Luz ni en el Sonido. Ella era un alma muy buena y sabía qué error había cometido. Ella me dijo con amor y paciencia que ella sabia el por qué no había recibido ninguna experiencia en la Iniciación y que estaba segura de que, con la Gracia del Maestro, todo iba a estar bien. Yo quedé muy impresionado por su paciencia y devoción. Ella continuó haciendo la meditación después de la Iniciación y, aun cuando no obtuvo ninguna experiencia, continuó haciendo sus prácticas con amor, fe y devoción por el Maestro. Todos los amados de su región, incluyendo a su esposo, estaban tan impresionados por su fe y devoción por el Maestro, que ellos también fueron atraídos hacía el Sendero. Más tarde ellos recibieron la Iniciación y gracias a ella, ahora hay muchos iniciados por allá. Esa amada sabía acerca de su error y, gradualmente, lo removió y al cabo de un año obtuvo las experiencias, todo se arregló y ahora ella es una guía satsangui por allá.
En el mismo lugar había otro amado quien había venido por la iniciación y al que se le dieron dos sentadas en el momento de la Iniciación pero no obtuvo experiencia alguna. El había hecho algo malo antes de venir a la Iniciación y aun cuando él sabía que había cometido ese error, su mente no le permitió echarse la culpa a sí mismo y no confesó que fue su propia falta. En lugar de ello, estaba culpando al Maestro. Después de algún tiempo, cerca de seis o siete meses, vino a darse cuenta de su propio error y entonces me escribió una carta diciendo: “Ahora me doy cuenta de por qué no recibí ninguna experiencia en el momento de la Iniciación. Yo hice esta cosa mala y estaba tan avergonzado de admitirlo delante de todas aquellas personas que no te lo dije. Mi mente no me permitió confesar esto en aquel momento pero ahora, yo confieso mi error y ahora tú debes derramar gracia sobre mí”. Más tarde, él también obtuvo la experiencia.
De este modo, lo que les quiero decir es que muchas veces nuestra mente es tan poderosa que no nos permite creer que es nuestro propio error y, bajo su influencia, nosotros perdemos fe en el Maestro. Si nosotros continuamos haciendo la meditación con fe y amor por el Maestro y con toda nuestra devoción entonces, luego de algún tiempo todo se arregla.
Una vez, el Maestro Sawan Singh Ji fue al área de Dhiri y allí, muchas personas vinieron a oír Su Satsang y recibieron de El la Iniciación. El solía decir que aquellas personas eran tan inocentes y eran almas tan buenas, que todos tuvieron experiencias muy buenas en el momento de la Iniciación y se hicieron muy devotas del Sendero de los Maestros.
De igual manera, el año pasado en Bangalore, muchas personas vinieron al Satsang y muchas obtuvieron la Iniciación. Aquellas pobres personas no entendían muy bien el hindi, pero, eran almas tan buenas que no tuve que darle otra sentada a ninguno de ellos pues, en la primera sentada en la Iniciación, todos tuvieron experiencias muy buenas y muy altas.
La última vez que fui a Colombia, muchas almas amadas fueron allí por el Satsang y asistieron durante varios días y comprendieron el Satsang, comprendieron el Sendero. Después de esto, cuando recibieron la Iniciación, ellos tuvieron experiencias muy hermosas y yo no tuve que darle otra sentada a ninguno de ellos allí.
Este Sendero de los Maestros no es como los servicios gubernamentales donde, si ustedes sirven durante muchos años, obtienen un ascenso; aquí todo depende de su fe, de su amor, de su devoción y de cuánto esfuerzo ponen ustedes en hacer sus prácticas.
Amados, esto es algo que necesita su consideración. Muchas veces ocurre que nosotros hacemos nuestra meditación sinceramente y hacemos todas las cosas que se requieren pero, no abandonamos aquellas cosas que se supone que debemos abandonar, y es por ello que no llegamos a ningún lugar en la meditación, no hacemos ningún progreso.
El Maestro Sawan Singh solía decir que si una persona enferma iba al médico, este le da alguna medicina. Si el enfermo toma la medicina. pero no se abstiene de las cosas que el doctor le dijo, entonces, la medicina no le hará efecto.
Swami Ji Maharaj también decía lo mismo: “El discípulo no se abstiene de las cosas que se le han dicho y, en lugar de ello, culpa al Maestro por no hacer ningún progreso.
El seguir cayendo en criticarnos a nosotros mismos y también al Maestro, es debido a nuestra ignorancia, pues nosotros no entendemos nuestra responsabilidad para cumplir con el Sendero. Es la responsabilidad de todos los amados, de todos los satsanguis, servir de ejemplo para las personas en su hogar y en su vecindario, de modo que, al mirar el modo de vida del satsangui, las demás personas puedan estar impresionadas y también puedan venir al Sendero y mejorar sus vidas.
Les voy a contar una historia acerca de mi padre. Nosotros nacimos en una familia Sikh y, se considera que aquellos que lean el Jap Ji temprano en la mañana, están haciendo una buena obra. Así que mi padre, por ser un Sikh, leía el Jap Ji Sahib temprano en las mañanas. Una vez él se encontró con un mahatma quien no tenía ningún conocimiento acerca de ir a lo interno, y quien no sabia el secreto de los mundos internos, pero que era un buen mahatma, y él le dio a mí padre un rosario para que éste lo moviera. El le dijo a mi padre: “Si tú mueves el rosario junto con la lectura del Jap Ji Sahib, entonces todas tus dificultades desaparecerán”. Así, mi padre solía leer el Jap Ji Sahib temprano en las mañanas conjuntamente con el movimiento del rosario. Ustedes saben que en los hogares existen muchos problemas y dificultades y que aun cuando no haya ninguno, nosotros mismos creamos muchas dificultades y problemas. Mi padre tenía el hábito de insultar a sus sirvientes todas las mañanas, cada vez que ellos iban a realizar su trabajo. Así que, por un lado, él estaba leyendo el Jap Ji Sahib, moviendo el rosario, dándole el alimento al ganado y, al mismo tiempo, insultando a los sirvientes y regañando a alguien de la familia.
Tanto mi madre como yo le preguntábamos para que nos dijera qué pensaba él que iba a ser aceptado por Dios, ¿Te aceptará El tus lecturas del Jap Ji Sahib, el movimiento del rosario, o tus insultos a los sirvientes?
Así, cuando mi padre fue donde Baba Bishan Das, éste le dijo: “En lugar de mover el rosario y leer el Jap Ji Sahib y de hacer todas las demás cosas al mismo tiempo, tú deberías sentarte en algún lugar tranquilo, leer el Jap Ji Sahib y mover el rosario, y entonces, todas tus dificultades se irán, y las personas que te vean haciendo esto, pueden sentir la impresión de que tú no estás peleando con nadie, de que no estás regañando a nadie y así, ellos verán que tú has mejorado tu vida.
Amados, la fragancia del Naam debería salir de los satsanguis. Cada satsangui debería siempre estar decidido a meditar no debería retirarse hasta no obtener experiencias, también debería estar decidido a hacer sus meditaciones regularmente y con sinceridad. La Luz está en su interior, el Sonido está en su interior, todas las estrellas, soles, lunas y todos los maravillosos vislumbres, todas las cosas maravillosas, están en su interior. Su Maestro está también en su interior. El es la forma del Shabd, está sentado allí en su interior y ustedes deberían estar decididos solamente a meditar y no deberían preocuparse por obtener alguna experiencia.
Nosotros nos quejamos solamente cuando no nos sentamos en meditación. Si nosotros nos abstuviésemos de las cosas que nuestro Maestro nos ha dicho que evitemos, si nos sentáramos en meditación y retiráramos la atención de lo externo, nos concentráramos en el centro del ojo, si hiciéramos todas esas cosas, no sería difícil. Nuestra mente ha hecho esto difícil pero, en realidad no lo sería, si ustedes simplemente obedecieran las órdenes del Maestro e hicieran la meditación.
Pregunta: ¿ Debería un satsangui buscar o anhelar el darshan del Maestro?
Respuesta: Nosotros buscamos el darshan del Maestro solo cuando nuestra mente está quieta y cuando nos estamos concentrando en el centro del ojo. Si nosotros buscamos el darshan en esas condiciones, no somos ladrones. En realidad, cada vez que llega esta condición, deberíamos obtener beneficio de ellas inmediatamente deberíamos sentarnos en meditación y buscar el real darshan del Maestro.
Con relación al darshan del Maestro, me gustaría contarles una anécdota del Guru Har Gobind, el sexto Guru y de Su discípulo. El Maestro reside en nosotros. El siempre está presente en cada célula de nuestro cuerpo en la forma del Shabd y no es injusto. Cada vez que el discípulo anhela Su darshan, El siempre lo da. El Maestro siempre provee al discípulo con cualquier cosa que necesite y, cuando quiera, que el discípulo anhele el darshan, El siempre estará allí para dárselo.
Bhai Rukhchand fue un iniciado del Guru Har Gobind; él tenia un hermano y ambos eran campesinos. Era en los meses de abril o mayo y hacia mucho calor y ellos estaban cosechando trigo. En aquellos días no existían neveras, de modo que no había forma alguna de enfriar el agua de tomar. En la medida en que ellos iban trabajando, les iba dando más sed y así llegaron a un lugar en el que el agua estaba muy fría y Bhai Rukhchand de inmediato dijo: “No deberíamos beber de esta agua. El primero en beberla debería ser nuestro Maestro, pues está muy fría”.
Ahora bien, en aquel momento, ellos estaban a cien o ciento veinte kilómetros de distancia desde donde el Guru Har Gobind estaba dando el Satsang. Bhai Rukhchand estaba en su región trabajando el campo, pero tuvo el deseo de llevarle aquella agua a su Maestro. El tuvo el deseo de tener el darshan de su Maestro aun cuando no existían medios de transporte para viajar la distancia hacia donde estaba su Maestro a esa hora del día pero, aun así, él tuvo ese deseo.
El Guru Har Gobind estaba sentado entre los demás amados del Sangat y estaba dando Satsang. El sintió sed pero no bebió ningún agua; súbitamente dijo: “Debo ir a un lugar donde uno de mis discípulos tiene mucha sed”. Bhai Rukhchand estaba muy sediento pues había mucho calor pero no se había tomado el agua pues quería que su Maestro la bebiera y, al otro lado, el Guru Har Gobind tampoco bebió y súbitamente abandonó el Sangat. El Guru Har Gobind era un jinete muy bueno y, de una vez, tomó su caballo y cabalgó todo aquel camino hasta el lugar donde estaba Bhai Ruckhchand, quien para ese entonces se había desmayado por el calor.
El Guru Har Gobind llegó allí y El Mismo hizo que Bhai Rukhchand bebiese de aquella agua.
Ahora, imagínense ustedes, ¿había allí algún teléfono, o algún sistema de comunicación? Allí no había nada de esto. En el corazón de Bhai Rukhchand estaba el que su Maestro viniese a tomar aquella agua y sintió los agudos dolores de la separación y quiso tener el darshan del Maestro. Los Maestros son Todo Conciencia y por ello, el Guru Har Gobind supo lo que había en el corazón de Su discípulo. El dejó al Sangat y fue de inmediato a donde Bhai Rukhchand e hizo que él bebiese aquel agua, calmando así, no solamente su sed física sino también la sed de su alma.
Raja Ram Sahib fue un amado devoto del Maestro Sawan Singh Ji y el Maestro Kirpal Singh solía hablar acerca de él. Una vez él compró un pedazo de melón que estaba muy dulce. Cuando estaba a punto de comérselo y probó lo dulce que era, inmediatamente le vino a la mente: “Mi Maestro Sawan Singh debería comer este melón pues está muy dulce”. Inmediatamente, manejó toda aquella distancia desde Husam, un sitio bastante lejos del Dera de Beas, hasta el Dera, para darle aquel melón al Maestro Sawan Singh pero, cuando llegó hasta allí, no encontró al Maestro Sawan Singh. pues El había ido hasta Peshawar a dar Satsang, de manera que Raja Ram Sahib continuó hacia Peshawar y, en camino hacia allá, había muchas tormentas y todos los caminos estaban bloqueados pues muchos árboles habían sido arrancados de raíz. Aun así, él no se detuvo ante ninguno de estos obstáculos; fue directo hasta el lugar donde estaba el Maestro Sawan Singh y le ofreció aquel melón al Maestro. Tan pronto como el Maestro Sawan Singh vio a Raja Ram trayendo aquel melón le dijo: “Raja Ram, ¿por qué te tomaste la molestia de traer este melón desde Husam? Yo tuve ese melón tan pronto como tú pensaste en que yo lo tuviese”.
Así que vean, ¿quién llenará el anhelo del discípulo? Sólo Aquel que lo ha creado. Cada vez que nosotros tenemos el anhelo, cada vez que tenemos la sed por el Maestro, es El Quien ha encendido ese amor en nuestro interior y El es el único que extinguirá ese fuego de amor. El es el único que llenará nuestro anhelo, pues El es el que ha creado ese anhelo en nuestro interior.
El Guru Nanak Sahib dijo que El sabía todo sin sus preguntas. ¿A quién le están orando ustedes? El sabe cada simple necesidad y les da todo lo que es apropiado y bueno para ustedes.
Nosotros nos sentimos desilusionados después de orarle a nuestro Maestro sólo cuando lo que le estamos pidiendo, lo que estamos buscando del Maestro no es conveniente, no es apropiado o no es bueno para nosotros. Pero no sabemos lo que es bueno o lo que es malo para nosotros; es por ello que cada vez que le pedimos algo al Maestro y no nos es concedido, nos sentimos desilusionados y pensamos que el Maestro no ha oído nuestra súplica. El Maestro lo sabe todo y sólo El sabe lo que es bueno para nosotros. Muchas veces pensamos que algo podría ser bueno para nosotros pero con el tiempo nos damos cuenta de que, después de todo, no era algo tan bueno. El Maestro siempre nos protege y sabe que: “Esto no es bueno para mi discípulo”. Es por ello que aun cuando nosotros pedimos por ello, algunas veces El no nos lo concede. El conoce nuestro más simple pensamiento y siempre nos da aquellas cosas que son provechosas para nosotros.
Cuando nosotros pedimos por el darshan del Maestro, El siempre viene a dárnoslo, siempre que nuestro pedido sea sincero y provenga de nuestro corazón. En éstos momentos, este lugar en el que ustedes están sentados ahora está lleno de facilidades. Aquí tenemos un huerto, tenemos buenos caminos y todo tipo de cosas por ahí. Cuando el Maestro Kirpal Singh solía venir aquí a darme Su darshan, no existía nada de esto. Nosotros no teníamos nada, ni tan siquiera buenas caminos para que El viajara; por todos lados había arena y era muy difícil para El venir físicamente, pero aun así, cada vez que El era recordado con amor, venia aquí a dar el darshan.
Frecuentemente yo solía decir que no hay ningún disfrute o felicidad en llorar si ustedes no tienen a alguien por quien derramar sus lágrimas, y es una verdad que, cada vez que esta pobre alma Lo recordaba y cada vez que esta pobre alma lloraba en Su remembranza, El venía aquí a darme el darshan y enjugaba las lágrimas del dolor de la separación y daba cualquier cosa que esta pobre alma necesitara en aquel momento. Esta pequeña pieza que ustedes van a ver, el Cuarto Subterráneo, también fue hecho según las instrucciones del Maestro Kirpal. De otra forma, no tendríamos nada aquí, pero aun así, El solía venir aquí a aplacar la sed de mi alma y a dar Su darshan.
Me gustaría decirles que el Maestro siempre nos da cualquier cosa que se le pida pero, la cuestión está en que nosotros deberíamos también poner de nuestra parte. Deberíamos obedecer Sus mandamientos. Todo depende de su fe, amor y devoción y también depende de cuánto de nosotros mismos hayamos dedicado en obedecer los mandamientos del Maestro.
Amados, si ustedes fueran internamente, después de hacer la meditación, si ustedes removiesen las tres cubiertas de su alma, entonces verían la Forma Real del Maestro, entonces entenderían que el Maestro no es el cuerpo; El ha asumido el cuerpo solamente para este mundo, solamente para este plano y va a dejar este cuerpo en este plano. La Forma Real del Maestro es el Shabd, que se irá con nosotros. Entonces nos damos cuenta de que el Maestro no tiene que venir de ningún lugar en el exterior para damos el darshan; El está en nuestro interior y, cada vez que Lo recordemos internamente, El está allí para darnos el darshan.
Estas cosas ocurren con mucha frecuencia entre el Maestro y el. discípulo. Muchas veces el Maestro nos ayuda a través de otras personas. Las amadas almas devotas reconocen de inmediato que fue el Maestro Mismo Quien ha trabajado a través de esta persona y, cualquier interés o cualquier ayuda que hayamos recibido de esa persona, en realidad nos está llegando de nuestro Maestro. Baba Jaimal Singh le dijo al Maestro Sawan Singh que muchas veces el Maestro nos da consuelo, El nos da felicidad y ayuda a través de otras personas.
Algunas veces ocurre que si ustedes están perdidos en el desierto y está oscuro y no saben qué camino deben seguir el Maestro aparece allí, no en su Forma Real, sino en la forma de alguien para guiarlos en el camino correcto. Si ustedes están recordando al Maestro, si su atención está dirigida hacía El entonces es posible que el Maestro aparezca allí en su Forma Real y les muestre el camino pero, debido a que nuestra atención no está allí, pues estamos muy confundidos y temerosos, El aparece en la forma de alguien para damos la dirección correcta y llevamos a un lugar seguro. El no realiza ningún milagro, pero nosotros lo consideramos un milagro pues tenemos la certeza de que fue el Maestro El Que nos ayudó.
Si el Maestro aparece en Su Forma Real sin que nosotros Le estemos recordando, sin que Le estemos prestando ninguna atención, entonces eso sería considerado un milagro y nosotros Le haríamos Su vida muy difícil porque andaríamos por allí diciéndole a la gente cómo el Maestro se apareció allí, y de esa forma, Le haríamos Su vida muy dura. Es por ello que el Maestro nunca realiza tales milagros pero, debido a que El se ha hecho responsable de nosotros, siempre que estamos en dificultades, aparece allí en alguna forma para guiarnos a nuestro destino.
Una vez nosotros íbamos viajando junto al canal del Río Mali, cerca de Nervankar y de repente comenzó a llover, así como llovió hoy, y fue una lluvia inesperada y muy fuerte. Allí había muchas zanjas a lo largo de la carretera por la que íbamos y todas ellas estaban llenas de agua y nosotros no sabíamos que vía tomar Uno de los cauchos de nuestro jeep cayó en una zanja y el jeep se atascó. Yo le dije al chofer que trataría de levantar el jeep por un lado y que él debería tratar de encender el motor y de mover el jeep y que con Su Gracia todo estaría bien y podríamos continuar nuestro viaje. En aquel momento yo estaba recién iniciado y recordé a mi Maestro y Le dije “Ayúdame, tal y como Tú salvas el honor de Draupadi”.
Ustedes deben haber oído la historia de Draupadi, de cómo Durianajan trató de quitarle todas sus ropas, pero como ella era discípula del Señor Krishna y ella Le recordó diciendo: “Hoy mi honor está en juego y está en tus manos, tú tienes que cuidar de mí”. Así, en aquel lugar, Durianajan hizo lo mejor que pudo, pero aun así, no pudo quitarle sus ropas, no pudo desenvolver su sari pues el Señor Krishna estaba del otro lado haciendo aquel sari más y más largo y, de ese modo, fue salvado su honor.
Así que yo recordé a mi Amado Maestro de esa forma y nosotros fuimos salvados de aquella dificultad. Ustedes ven que eso no fue un milagro mío; yo me había iniciado recientemente y, simplemente recordé a mi Maestro, de modo que ¿quién hizo aquello? Fue el Maestro Quien hizo todas las cosas por detrás del telón. El Maestro hace muchas cosas diferentes para proteger el honor del discípulo pero, el asunto es que ustedes tienen que recordarle. Si ustedes Le recuerdan rindiéndose ustedes mismos completamente a Sus pies, entonces El cuidará de cada una de sus necesidades.
El Maestro Sawan Singh Ji solía decir que, normalmente, si nuestro hijo se enferma, nosotros inmediatamente pedimos y oramos al Maestro para que lo cure, pues no tenemos la más simple idea acerca de cuántos karmas están involucrados en eso; nosotros simplemente vemos a nuestro hijo sufriendo. Nosotros le hemos orado al Maestro y si El no lo arregla todo, entonces perdemos nuestra fe en El. O supongan que estamos involucrados en algún juicio y le pedimos al Maestro y si no ganamos ese caso, entonces perdemos nuestra fe en el Maestro. Supongan que no tenemos un hijo y le pedimos al Maestro, aun cuando nosotros no sabemos si quisimos tener el hijo o no, o si es bueno para nosotros o no pero, si no conseguimos el hijo, entonces nuestra fe en el Maestro se rompe. Si, con Su Gracia nosotros tenemos el hijo y si éste llora mucho, entonces le pedimos al Maestro que lo calme y, si eso no ocurre, entonces perdemos nuestra fe en el Maestro.
Así, nosotros continuamos pidiendo por esas pequeñas cosas, y si no se realizan, entonces nuestra fe en el Maestro se rompe. El Maestro Sawan Singh Ji solía decir que esas personas que vienen al Sendero y que le piden al Maestro que llene todos sus pequeños deseos sin saber si son buenos o malos para ellos, esas personas no deberían venir al Maestro, no deberían venir al Sendero; es mejor para ellos que se queden en sus casas. Solamente aquellas personas que tienen el deseo de hacer la devoción del Señor, quienes están aquí rendidos así mismos a los pies del Maestro, solamente ellos deberían venir al Sendero. Solamente aquellos que realmente comprenden el Sendero pueden obtener beneficio del Maestro al rendirse a sí mismos al Maestro.
Todo el mundo baila al compás de la mente, bien sea un guerrero, un soberano o una persona pobre, todos bailan al compás de la mente, La mente es la única cosa que baila al compás del Shabd; El está presente en nuestro interior y en cada simple célula de nuestro cuerpo y está presente en todas las partes de este mundo.
La relación del discípulo con el Maestro es indestructible; no termina en el término de esta vida ni de este mundo, sino que continúa incluso después de que hayamos abandonado este mundo. Es permanente y siempre permanece allí hasta que nuestro Maestro nos lleve a nuestro Verdadero Hogar.
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